En Canarias se encuentran algunos de los paisajes volcánicos más impresionantes de España, y entre ellos, existe un volcán que destaca no solo por su historia geológica, sino también por un detalle especial en su cráter.
Este lugar se ha convertido en una parada obligatoria para los amantes de la naturaleza y del senderismo, ya que ofrece un espectáculo único: un precioso lago de aguas tranquilas que reposa en su interior, aunque lo más seguro es que no es cómo te imaginas. Este rincón inusual es perfecto para disfrutar de vistas panorámicas a gran parte de la Isla y el Atlántico.
El embalse de la Montaña de Taco
Este lago se encuentra en el cráter del volcán Montaña de Taco, un volcán inactivo ubicado entre los municipios de Buenavista del Norte y Los Silos en Tenerife. Este volcán, cuyo cráter ha sido aprovechado para crear un embalse, no solo embellece el paisaje, sino que también cumple una función esencial en el almacenamiento de agua para la agricultura local.
La balsa de la Montaña de Taco está construida en el cráter de un volcán y es el reservorio de agua de riego más grande de la isla. El agua se usa casi exclusivamente para regar las plantaciones de plátano, actividad clave de la zona.
El embalse es el resultado de una adaptación iniciada en el programa del Plan de Balsas del Norte de Tenerife, ejecutado entre 1983 y 1985, convirtiéndose en la primera obra de este plan y la más grande de todas.
Historia y uso del "lago"
Antes de convertirse en embalse, que desde el cielo parece un largo, la Montaña de Taco se usaba como cantera para extraer picón, un tipo de grava volcánica. Sin embargo, en la década de los 80, el lugar fue adaptado para almacenar agua y se inauguró oficialmente el 17 de mayo de 1986.
La construcción, que supuso una inversión de más de 19 millones de euros, permite hoy almacenar hasta 821,700 metros cúbicos de agua en una superficie de 6,49 hectáreas y una profundidad de 13,7 metros.
Ruta de acceso y recomendaciones
La ruta hacia el embalse de la Montaña de Taco es una experiencia de senderismo poco convencional, ya que no cuenta con un sendero formal. La subida toma aproximadamente 45 minutos, con un tiempo en movimiento de unos 39 minutos.
Los visitantes deben elegir el camino a medida que avanzan, y es recomendable llevar pantalones largos para protegerse de la vegetación de la zona, que incluye plantas como los felinos y algodoncillo, eso sí, aunque a priori te pueda parecer apetecible este embalse no es un lugar adecuado para darse un chapuzón, recuerda que para eso en la propia isla hay infinidad de playas, calas y piscinas naturales.
Paisaje y vistas panorámicas
En la cima, los visitantes se encuentran con el impresionante embalse y torres móviles que se usan para el mantenimiento. Aunque el acceso al embalse está restringido al personal autorizado, las vistas desde la montaña ofrecen una perspectiva panorámica sobre el norte de Tenerife y la zona volcánica que rodea el lugar.
La Montaña de Taco y su embalse en el cráter representan un ejemplo de adaptación de un paisaje natural a las necesidades de los agricultores locales. Con su particular lago en la cima, es un destino ideal para quienes buscan explorar un lugar único en Tenerife, donde la historia volcánica y la belleza natural se combinan en un recorrido excepcional.