Los baños de los aviones son tan pequeños que parece mentira que alguien pueda errar el tiro si no es a propósito, pero es lo que ha pasado en un avión de EasyJet que debía salir de Tenerife con destino a Londres. Un pasajero ha defecado antes del despegue en el suelo del baño y ha salido como si nada dejando un sendero de pisadas con excremento por la moqueta de la aeronave.
Las imagenes compartidas por otros viajeros son surrealistas: todo el pasillo lleno de trozos de papel colocados por la tripulación para intentar limpiarlo. Al final, debido a una concatenación de retrasos, la aerolínea ha cancelado el vuelo y dejado tirados a muchos pasajeros a los que no ha podido ofrecer ningún hotel para pasar la noche hasta el próximo avión, según la compañía porque la alta ocupación hotelera no se lo ha permitido. Eso sí, ha ofrecido a los clientes pagarles la estadía en el alojamiento que consigan encontrar siempre y cuando sea a un precio razonable.
Accidente o protesta
¿Pero este incidente ha sido también un accidente o más bien una protesta? Está claro que lo que pensó el pasajero a la hora de defecar fuera de la taza sólo lo sabe él, pero los ánimos del pasaje estaban ya bastante caldeados por varios retrasos previos.
Según han publicado distintos medios de la prensa inglesa, los viajeros tenían que ir originalmente en otro avión más grande que debía salir de Tenerife el domingo a las 20:05, pero después de varias horas de retraso fue finalmente cancelado. La compañía decidió entonces cambiar el avión, pero sólo tenía disponibilidad de uno de menor capacidad, por lo que tuvo que ofrecer a los clientes que quisieran perder voluntariamente el vuelo un cheque de 500 libras esterlinas.
Revuelo por diez pasajeros
Según explica una pasajera anónima al medio Yafis News, ningún pasajero quiso acogerse voluntariamente a ese cheque, por lo que EasyJet eligió a diez personas al azar para echarlas del avión, causando un gran alboroto y provocando otro retraso de varias horas en el nuevo y pequeño avión.
En ese proceso, alguien decidió ir a hacer de vientre en el baño, con el surrealista resultrado: la aerolínea comunicó por la megafonía del avión que el avión no saldría con rumbo a Londres, provocando una vez más el enfado del pasaje.