El consejero canario de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, ha indicado, frente a las críticas "interesadas", que descarta paralizar el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Teide y ha negado que se pretenda cobrar por acceder al parque ni prohibir el uso de vehículos.
Valbuena ha difundido este miércoles un comunicado tras las reacciones al borrador del PRUG del Parque Nacional del Teide, y ha subrayado "la ejemplaridad" del proceso de participación pública que se ha llevado a cabo con este instrumento, que en la actualidad sigue abierto y ha ampliado su plazo para presentar aportaciones.
"Este Gobierno se toma muy en serio la participación real y efectiva de la ciudadanía hasta el punto de no solo ampliar el plazo de exposición pública, como hicimos con las leyes de Cambio Climático y Biodiversidad, sino incluso mantener reuniones específicas con colectivos y administraciones que han presentado alegaciones por la vía oficial", ha expuesto Valbuena.
Exposición pública del proyecto
El consejero ha subrayado que se trata de un documento previo de trabajo del que se partirá y que su versión final "distará a buen seguro del original, al enriquecerse con las contribuciones de los distintos colectivos, que se están haciendo llegar en el período de exposición pública y a través de los encuentros de trabajo que ya se están manteniendo con entidades y representantes de distintos sectores que tienen algo que decir sobre este PRUG". De hecho, Valbuena ha indicado que el borrador contiene más de 60 páginas y existen discrepancias en tres apartados concretos que "no son la esencia del documento".
Se trata de un principio de participación y cogobernanza "que tenemos interiorizado y que va más allá del proceso de exposición al uso al que estábamos acostumbrados en la tramitación de leyes como la del suelo, por lo que no lo vamos a paralizar en ningún caso", ha continuado el dirigente autonómico.
"Entendemos que determinados partidos políticos tengan interés en detener este procedimiento de participación pública porque supondría llegar a acuerdos con colectivos y ciudadanía en general, conciliando las distintas necesidades del Parque Nacional del Teide, pero en ningún caso nos planteamos desmantelar el trabajo ya realizado y desechar las numerosas aportaciones que ya hemos logrado recopilar", ha insistido.
Se descarta la paralización
"El PRUG supone un avance importante en la regulación y conservación del Parque Nacional del Teide basándose en la protección de flora y fauna, la preservación del patrimonio arqueológico, la protección de la calidad del cielo y el paisaje, el fomento de la investigación y la erradicación de especies invasoras, entre otras medidas", ha relatado José Antonio Valbuena.
Por lo tanto la única forma que existe "y en la que creemos" para llegar a acuerdos con los colectivos interesados en el PRUG del Teide es este formato de trabajo basado en la exposición pública y el despliegue de otros procesos de escucha activa como las reuniones y encuentros personales. "Descartamos la paralización de este proceso, ya que lo único que supondría sería que la ciudadanía no nos pueda hacer llegar sus aportaciones", ha aseverado.
"Críticas interesadas"
El consejero ha lamentado las "críticas interesadas" que se han vertido en los últimos días acerca de este proceso de exposición pública que, en su opinión, "lo único que esconden es el miedo a que lleguemos a acuerdos con colectivos y que, de esa manera, consigamos zanjar las polémicas que puedan surgir en determinados artículos del PRUG".
Al respecto, se ha referido a una reunión con el sector audiovisual en el que la Consejería ha insistido en la necesidad de alcanzar acuerdos a la hora de regular esta actividad "recogiendo las aportaciones de los profesionales de este ámbito y alcanzando puntos de encuentro, sin perder de vista el principio de conservación y protección del parque".Asimismo, ha subrayado que el PRUG no recoge en su articulado ninguna prohibición para el tránsito de vehículos por las carreteras de este enclave natural.
De hecho, el borrador señala que "la circulación por carretera será libre para cualquier vehículo en el parque nacional, por lo que se garantizará el derecho de tránsito de quienes deseen utilizar cualquiera de las carreteras TF-21, TF-24 o TF-38". Además, se deja en manos del Cabildo de Tenerife, como administración competente, la definición final del plan de movilidad sostenible que se decida aplicar en este entorno.
Fomento del transporte público
"Lo que sí se refleja en este borrador son medidas para incentivar el uso del transporte público y sostenible que se ofrecerá desde las lanzaderas ubicadas fuera de la extensión del parque", con medidas que se basan, principalmente, en la regulación de los estacionamientos disponibles. Sólo se regula en determinadas franjas horarias del día en las que se registra una mayor afluencia de público y en las que se han detectado algunos incidentes, como la invasión de vehículos en tramos no autorizados e incluso daños a la flora autóctona del Teide.
"Es completamente falso que se vaya a cobrar por acceder al Parque Nacional del Teide", ha continuado Valbuena, que remite al apartado 5.3.1. del PRUG, donde se señala que "se mantendrá el carácter gratuito del acceso al parque nacional y a los servicios básicos que ofrece la administración gestora al visitante".
Del mismo modo, tampoco se prohíbe la práctica del senderismo, el montañismo, la escalada, la circulación en bicicleta o el entrenamiento de carreras de montañas por el Teide, pues estas actividades y otras disciplinas similares están reguladas en el PRUG. "Este plan no contempla la creación de ninguna superficie comercial o gran superficie en el Parque Nacional del Teide.
Lo que sí se contemplan son áreas de servicio donde se estacionan los vehículos en las afueras del parque y desde las cuales partirán las lanzaderas", ha apostillado el responsable autonómico. Este planteamiento se basa en tres emplazamientos: uno en la zona del Portillo (fuera del parque nacional) y otras dos en Chío y Vilaflor, a varios kilómetros del propio parque.