Uralita, amianto, fibrocemento... Diferentes nombres para un mismo problema de salud pública que tienen múltiples edificaciones de la década de los 90 en Canarias, entre ellas el CEIP Granadilla de Abona del sur de Tenerife. La semana pasada, la Asociación de Madres y Padres de los Alumnos (AMPA) del centro denunció numerosos problemas estructurales del colegio, entre ellos unas planchas de uralita en el tejado del gimnasio que no se han retirado todavía.
El pasado viernes 13 de enero, una técnico de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias acudió al CEIP Granadilla de Abona para evaluarlos todos junto con el ayuntamiento del municipio y valorar qué obras son competencia del ejecutivo regional y cuáles del consistorio.
¿De quién es la competencia?
El lunes siguiente, día 16 de enero, la directora general de Centros de la consejería acudió al colegio en persona para reunirse con la administración municipal. El ayuntamiento comunicó a la directora general, según asegura la consejería, que, respecto a la fosa séptica mal cubierta que hay en el centro -uno de los principales problemas denunciados por el AMPA-,ya había preparado un contrato para sustituir las planchas de madera que la cubren por otras más pesadas y seguras y reforzar las vallas que delimitan el perímetro de la fosa.
Esa misma tarde, no obstante, el ayuntamiento se desdijo en un comunicado asegurando que "el forjado de la fosa séptica no es una obra de mantenimiento".
Respecto al resto de problemas en las infraestructuras del centro, el ayuntamiento aceptó en la reunión in situ que eran de su competencia -según aseguran fuentes del AMPA, presentes en la reunión, a Atlántico Hoy-, pero también en el comunicado de la tarde aseguró que el colegio "cuenta con grandes problemas estructurales que no pueden ser solventados con obras de mantenimiento y que, por tanto, no son obras de competencia directa de la administración municipal", dejando la pelota de nuevo en el tejado de la consejería.
Retirada del amianto
El Gobierno de Canarias, a la espera de que los informes de la Dirección General de Centros aclaren quién debe acometer las obras en el CEIP Granadilla de Abona, sostiene que toda actuación de mantenimiento es competencia municipal y sólo reconoce, de momento, la retirada del amianto del centro.
Respecto a esta, la Consejería de Educación explica a Atlántico Hoy que hay una partida presupuestaria en 2023 para quitar las planchas de uralita que cubren el gimnasio del CEIP Granadilla de Abona. No obstante, el AMPA del centro aseguran a este medio que la técnico que acudió al colegio el viernes pasado "se sorprendió" porque creía que "ya se habían retirado".
Presente en 40 centros de Canarias
En cualquier caso, las planchas deben quitarse. Desde 2021, hay un plan de la Consejería de Educación para retirar la uralita de los centros que la tengan en sus infraestructuras, aunque ya entonces la consejera Manuela Armas explicó que se haría "poco a poco" en los 40 centros en toda Canarias que por entonces tenían amianto.
Atlántico Hoy ha solicitado a la consejería conocer el número total de colegios en los que se ha actuado para quitar el fibrocemento y la administración se ha comprometido a reunir los datos y facilitárselos a este medio, aunque por el momento no ha podido ofrecer una cifra.
Se tiene que hacer en verano
Respecto al centro en cuestión de Granadilla de Abona, Educación ha explicado a este medio que la retirada de la uralita está adjudicada a la empresa Grupo Tragsa, pero que por razones de seguridad se tiene que realizar en una época en la que no haya alumnos en el colegio. Semana Santa es una fecha muy corta para realizar el trabajo, por lo que todo apunta a que se hará durante los meses de verano.
Según los informes del Gobierno de Canarias, mientras las planchas no se rompan no son peligrosas para los alumnos porque el amianto se encuentra "encapsulado". Sin embargo, el riesgo de que se libere durante la retirada es alto, por eso debe quitarse en las fechas estivales.