Trabajadores del tranvía de Tenerife aseguran que el Cabildo insular quitó a las dos mediadoras encargadas de negociar los puntos del acuerdo de finalización de huelga del pasado 26 de junio, lo que ha provocado que de nuevo los empleados vuelvan a la huelga. Desde la representación sindical señalan directamente a la consejera del área de Movilidad, Eulalia García, como responsable de haber quitado a las dos profesionales y paralizar así las comisiones.
Este año se repetirá la estampa que ya se vió en 2023 con la huelga de la plantilla del tranvía durante los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife. Pese a que en junio se firmó un acuerdo de finalización de la huelga, los trabajadores denuncian que no se están cumpliendo los acuerdos firmados y señalan tanto a la gerencia como al Cabildo de Tenerife, por haber quitado de sus puestos a las dos mediadoras encargadas de mantener la negociación.
Negociar o no
Desde el Cabildo de Tenerife no han querido dar declaraciones a Atlántico Hoy al respecto de esta cuestión, aunque desde Metropolitano sí que defienden que no se han levantado de la mesa de negociación y aseguran que su “voluntad” es seguir negociando. Sin embargo, desde la representación sindical mantienen que “se niegan a cumplir el acuerdo de la finalización de huelga”.
El preaviso de huelga presentado por los trabajadores cuenta con 32 puntos que justifican el paro. Los dos primeros son relativos a la negativa a programar las reuniones del Comité de Seguridad y Salud para negociar un protocolo de gestión de investigación de accidentes y enfermedades profesionales, así como para negociar las medidas preventivas derivadas de la última evaluación de riesgos psicosociales.
Sustituir el polvo
Otro punto fundamental es que el responsable de Calidad, Seguridad y Medio Ambiente “ha enviado informaciones sesgadas a la mutua” lo que ha provocado, según los trabajadores, el no reconocimiento de la enfermedad profesional de un empleado. Hay que tener en cuenta que una de las principales luchas de los trabajadores es la sustitución del polvo de sílice, un agente cancerígeno usado para el frenado y la tracción del tranvía.
Si bien ya se ha contratado a la empresa Alstom para la redacción de un proyecto para sustituir el polvo de sílice, para los empleados hay dos miedos: por una parte que no se llegue a sustituir la arena de sílice y, por otro, que no se reconozcan las enfermedades que aparezcan tras años de exposición a este compuesto, como le ha ocurrido ya a siete empleados.
La enfermedad no declarada
Desde Metropolitano, sin embargo, desmienten este punto y señalan que “en ningún caso se ha detectado ninguna enfermedad por silicosis debido a la arena de sílice. Los empleados siempre portan su equipo de protección, los monos desechables, gafas, gorro, mascarilla. Cumplen todos los requisitos para que no tengan contacto con el polvo de sílice”.
Para los trabajadores, la propia visión de Metropolitano es la que dificulta la decisión de la mutua para declarar la enfermedad a los empleados que han presentado calcificaciones en los pulmones. Defienden que en los informes que se emiten a la mutua no se dan las herramientas para declarar la enfermedad como profesional.
Reclamaciones
Otras denuncias que hacen los trabajadores es la paralización del plan de igualdad, la negativa de implementar técnicas de limpieza "eficaces" del polvo de sílice, la contratación del personal necesario, que los delegados de prevención tengan acceso a los informes de accidentes, que Metropolitano constituya un servicio de prevención propio o que se tomen las medidas preventivas para evitar situaciones como el accidente que tuvo lugar el 13 de diciembre de 2022. Todos estos puntos ya estaban en el acuerdo de finalización de huelga firmado en junio.
El acuerdo se firmó en medio del cambio político de la coporación tras las elecciones regionales. Si bien todo parecía seguir la senda de que negociarían los puntos del convenio, pocos meses después de la firma los trabajadores ya avisaron de que volverían a convocar la huelga porque aseguraban que no se estaba trabajando en sus reclamos, pese a la contratación para la sustitución del polvo de sílice.
Aunque ambas partes aseguran estar dispuestas a negociar todo parece indicar que el próximo 9 de febrero comenzará la huelga de los trabajadores del tranvía. “Lo que se pretende por parte de la nueva corporación es un retroceso de los derechos laborales, en materia de participación del comité de empresa, cosa que antes no sucedía”, denuncian desde la representación sindical.