Este lunes entró en vigor el nuevo horario para los conductores de la empresa Titsa en las líneas urbanas de Santa Cruz de Tenerife que se alarga hasta las dos de la mañana. Lo hizo después de que la empresa rompiera unilateralmente el acuerdo al que había llegado con los trabajadores para regular las nuevas jornadas, por lo que ahora se ven obligados a trabajar dos horas de más en un horario planeado para finalizar justo a medianoche.
Esta situación ha provocado gran malestar entre los empleados de la empresa pública que han anunciado una huelga indefinida a partir del 17 de febrero, fecha clave por coincidir con los actos del Carnaval. La inquietud aumenta porque, según los trabajadores, la empresa ha retrocedido su postura ante una decisión que ya habían negociado y afean que no han tenido más comunicación con la empresa desde que anunciaron la ruptura del acuerdo. En esta situación están más de 300 trabajadores, según los sindicatos.
Dudas sin resolver
En una pequeña oficina en el Intercambiador de Santa Cruz de Tenerife la incomprensión reina para los conductores de la empresa. Algunos de los miembros del comité de empresa de USO y Comisiones Obreras muestran su desconcierto a Atlántico Hoy sobre la decisión de Titsa de romper el acuerdo.
La pregunta que brota en el ambiente es un por qué. ¿Por qué la empresa decidió romper unilateralmente con el acuerdo al que habían llegado ambas partes sobre los nuevos horarios de las líneas urbanas? “No sabemos”, “no dicen nada”, repiten. Desde el área de Movilidad del Cabildo de Tenerife, responsable de la empresa Titsa, tampoco han respondido a este medio esta pregunta.
Disposición a dialogar
El acuerdo se firmó el 23 de diciembre, pero el pasado viernes, a tres días de que se pusieran en marcha los nuevos horarios, la empresa informó a los trabajadores de la ruptura. “Por parte de la empresa no hemos tenido notificación de nada”, explica uno de los representantes. Han solicitado al Ayuntamiento de Santa Cruz mediar en esta situación ya que fueron ellos quienes plantearon el cambio.
Los trabajadores sobre todo dejan claro que su intención no es afectar a los usuarios ni al Carnaval sino negociar. Por ello han dado un mes de margen a la empresa antes de la huelga indefinida que afectaría a las guaguas urbanas de Santa Cruz. “Sería una irresponsabilidad por parte de la empresa no sentarse a dialogar”, comenta uno de los trabajadores, aunque recalcan que, en realidad, ya habían negociado el acuerdo que Titsa rompió.
Falta de descanso
La consecuencia directa de esta ruptura es que los trabajadores que deberán conducir en las líneas que circularán hasta las dos de la mañana tendrán que trabajar esas horas en su día de descanso, que comenzaría con la medianoche. Es decir, que esas horas horas las perdería de su
Pero también plantean que si se termina a las dos de la mañana pero no se regula el horario, el día de los cambios de horario (de mañana y tarde) podrían haber solo cinco horas de diferencia entre el fin de la jornada laboral y el comienzo de otra, cuando el estatuto del trabajo plantea una diferencia de 12 horas, según denuncian. Las dudas de los trabajadores sobre si esta será una situación que se repita o no no se han resuelto porque aseguran que la empresa no les da respuesta.
Por ahora esperan que en menos de un mes puedan negociar de nuevo sin la necesidad de acudir a la huelga. Hasta entonces los trabajadores deberán cubrir el horario hasta las dos de la mañana de su tiempo no laboral.