“Estaba en la estación del Puerto de la Cruz, a las 8.50 de la mañana, hablando con una compañera, cuando él pasó y le preguntó algo. Vino por la espada y me dio con el casco a traición. Se lo recriminé y me vino de frente y me dio de nuevo con el casco en la cabeza y lo denuncié”.
Así de claro comparte la víctima a Atlántico Hoy cómo ocurrieron los hechos -en menos de un minuto- el pasado 27 de mayo de 2021 y que ha acabado con el agresor condenado a indemnizarle y a pagar las costas del juicio.
Sin medidas
Sin embargo, más allá de la condena judicial, el agredido, que estaba prejubilado el día del incidente, sube su queja al proceder de la empresa, Titsa, por no haber tomado medidas contra el agresor.
“Yo presenté un papel a la empresa que un señor, sindicalista liberado, me había agredido, y la empresa no tuvo constancia hasta nueve meses después que fue el juicio”, espeta. “El papel que yo entregué, alguien lo pasó por alto, se lo dio directamente al sindicalista y el abogado lo llevó a juicio, como que yo lo había denunciado a la empresa. Y no, fue a este señor”, agrega.
Sin constancia
Según los documentos a los que ha tenido acceso Atlántico Hoy, tras la primera sentencia en la que el agresor sale condenado, este recurre, pero “la empresa dice que no tiene constancia". "Les presento el recurso, pero no hay manera que la empresa haga nada”, añade el agredido.
No obstante, la víctima comparte que en un primer momento Titsa abrió una investigación pero, al recurrir el juicio, se paralizó todo. “La empresa no le ha sancionado, pero como es un sindicalista liberado y los testigos fueron falsos -otros dos trabajadores-… Un conductor de Titsa agredió a otro y la empresa no ha hecho nada”, abunda.
Sindicalista liberado
Un recurso que ya ha sido rechazado y que la propia víctima quien tuvo que hacerlo llegar a la empresa.
En este contexto, el agredido cree e insiste en que la empresa “le quiere salvar porque es un sindicalista liberado en un sindicato mayoritario (Intersindical Canaria)” y resalta que “ha tenido más problemas con otros compañeros: los ha amenazado, los ha llamado con teléfono haciéndose pasar por otra persona… Amedrenta a la gente y nadie hace nada”. Asimismo, comparte que nunca tuvo “nada con ese señor. Ningún afín”.
Titsa reconoce una investigación interna
Al respecto, Atlántico Hoy se ha puesto en contacto con Titsa para conocer la postura de la empresa, que no niega el caso. Eso sí, trasladan que este conflicto se gestionó de forma interna y que no dará más declaraciones al respecto, amparándose en la Ley de Protección de Datos.
El juicio con “falsos testigos”
Según relata a este medio de comunicación, el extrabajador de Titsa señala que al juicio el acusado llevó, además de un abogado, a “dos testigos falsos”, que eran la compañera con la que departía en el momento de la agresión y el jefe de estación, que fue quien separó a víctima y agresor. “Todo iba en contra de mí, porque era sindicalista independiente y fui sin abogado. Cuando vi aquello pensé que me meterían preso a mí”, exclama utilizando el recurso hiperbólico.
En este sentido, según ha podido comprobar Atlántico Hoy en la sentencia, ambos testigos afirmaron estar en el lugar de los hechos, la primera hablando con él, y el segundo por su propio cargo, pero aseguran que ninguno vio la agresión y que solo escucharon lo que ocurría y a la víctima decir: “Me pegó”.
Versiones calcadas
En el caso de la conductora, afirmó que en un momento determinado se giró para atender a los pasajeros que se subían a su guagua y no vio directamente los golpes con el casco. “La fiscal se echó a reír sobre los testigos, diciendo exactamente la misma versión, que es lo les dijo el abogado”, afirma el exempleado.
“No he vuelto a hablar con la compañera. Se esconde. Con esas dos personas no he tenido ni una palabra más”, afirma.
Versión del condenado
Por su parte, la declaración del investigado en aquel momento, comparte la víctima, “fue que le habían comentado que yo, que era compañero, estaba molestando al resto de compañeros por la estación, que me invitó a irme de la estación y que me fui”.
Tal fue la defensa sobre el acusado que, según dicen los documentos, se puso en duda la veracidad del parte médico presentado por el agredido.
Atlántico Hoy se han intentado poner en contacto con la persona condenada, pero no ha podido dar lugar a pesar de la insistencia de este medio de comunicación.