La densa niebla y la constante lluvia, a veces fina y otra veces más densa, son las características que más destacan los tinerfeños de las consecuencias que ha dejado el roce de la tormenta tropical Hermine en Canarias. Por suerte, como agradecen muchos, estas lluvias no han dejado las terribles imágenes de inundaciones en la isla que sí se habían producido en otros temporales de altas precipitaciones. Para muchos la prevención ha sido fundamental, mientras que otros han dado las gracias a que ni el viento ni la lluvia fueran tan fuertes como esperaban.
Los cortes de luz, las goteras, las incidencias en la carretera, los barrancos corriendo y el regreso de los espectaculares saltos de agua son las imágenes que se han podido ver en Tenerife a lo largo del fin de semana y del lunes, cuando la fuerza de Hermine ha amainado. En Santa Cruz de Tenerife, el temporal ha dejado más de 200 incidencias, la mayoría relacionadas con desprendimientos y arrastres de material, así como caídas de árboles, leves inundaciones e incluso cortes de suministro eléctrico.
Sin luz más de 12 horas
Este domingo, cerca de 1.800 personas se quedaron sin luz en las islas. Tacoronte fue uno de los lugares que llegó a estar más de 12 horas sin luz, según explica Vanessa, ciudadana de esta localidad, quien comenta que se quedaron sin electricidad a las dos de la madrugada del sábado y no fue hasta las ocho de la noche del domingo cuando la recuperaron. Durante todo este periodo, critica que desde Endesa dieron “horas diferentes a cada vecino” sobre el restablecimiento del servicio y que al final se cansaron de preguntar.
Más allá del corte del suministro eléctrico, Vanessa agradece que Hermine se haya limitado a un “viento ligero” y comenta que “no ha sido tan fuerte como esperábamos”. Sí que le ha llamado la atención, sin embargo, la espesa niebla que se ha anclado en Tenerife hasta este lunes. Incluso destaca que le resultó “casi imposible” conducir: “el sábado por la madrugada fue horrible, tuvimos que ir a 40km/h por la autopista porque a 20 metros por delante no se veía nada”.
María es vecina de Candelaria pero trabaja en la zona norte de la isla. Ella también destaca la densa niebla que se ha visto estos días, que no afectaba tanto a la zona costera donde vive, pero sí que le dificultó el transporte hacia el trabajo. A la niebla, explica que este lunes se sumó el viento pero que no le ha afectado especialmente ni en el trabajo ni en su trayecto diario. Cerca de casa sí que es capaz de ver las espectaculares caídas de agua que deja la lluvia en la montaña de Barranco Hondo, y que desembocan cerca de la central térmica de Las Caletillas.
En toda la zona costera los vecinos acostumbrados a los vaivenes de las olas afrontaban este fenómeno con miedo, sin embargo, justo en Candelaria, agradecen que el temporal no haya llegado con fenómenos costeros. Eulalio, vecino de un pueblo costero, explica que además no tuvieron ningún problema con los desagües ya que desde que dieron el aviso limpiaron los bajantes para evitar desastres.
A Carla, una vecina de Santa Cruz de Tenerife también le ayudó la prevención con los bajantes. Días antes de la llegada de Hermine otro fenómeno de lluvias afectó a la isla e inundó el patio de Carla debido al mal estado de los desagües, explica. Por ello, esperaba la llegada de la tormenta “con miedo” de que volviera a inundarse, algo que no sucedió después de que revisaran y limpiaran los bajantes.
En la zona metropolitana, Joel y Carlos destacan que no sufrieron la tormenta más allá de la lluvia constante y la niebla. Aunque Carlos, vecino de Santa Cruz de Tenerife sí que lamenta que, dado que habita en una casa antigua, “la humedad se ha colado por las grietas del edificio y me han salido humedades, no llegan a gotear pero me están levantando la pintura”, explica. En varios puntos de la isla la humedad ha sobrepasado el 90% durante el paso de Hermine.
Tras el paso de la tormenta este martes regresan a la actividad escolar una veintena de centros educativos que permanecieron cerrados este lunes de manera preventiva. Poco a poco las calles se han llenado más de gente y de paraguas a lo largo de este lunes, a diferencia de lo recomendado durante el fin de semana, con la gratitud de muchas personas de que Hermine no haya provocado grandes desastres en las islas.