Las tiendas Party Fiesta que están ubicadas en las Islas Canarias han entrado en concurso de acreedores voluntario y están a un paso de la liquidación. Se trata de un desenlace inevitable, después de que en julio la dirección de la compañía anunció que clausuraba la red de establecimientos en todo el país.
La decena de locales abiertos en el Archipiélago dependen en última instancia de la sociedad Jamarek, domiciliada en Santa Cruz. Esta ha presentado concurso de acreedores ante los tribunales mercantiles de Barcelona, porque en esa capital se encuentra la sede central de su accionista único Party Fiesta.
Este arrastra una larga crisis que comenzó en 2016, cuando entró en pérdidas por primera vez.
Cambio de manos
La puntilla se la dio el confinamiento por la pandemia. Party Fiesta se vio forzada a presentar suspensión de pagos en 2023, también en Barcelona.
El juzgado adjudicó la compañía a un grupo inversor liderado por Enrique Tombas Navarro. En manos de los nuevos gestores no ha aguantado ni un año. El pasado mes arrojaron la toalla y anunciaron que Party Fiesta baja la persiana de forma definitiva.
La red entera del grupo comprende 33 tiendas propias y otras tantas franquicias, con una plantilla de 140 empleados. Además de España, tenía presencia en Alemania, Austria, Francia y Eslovaquia, entre otros países.