La infestación de termita subterránea en Tenerife tiene los días contados. Tras haber puesto en marcha un macroplan de control de esta plaga, que se detectó en 2009 en Tacoronte y ha afectado a varios municipios de la isla, el cabildo ha logrado estabilizar la fase de control. Desde ese momento, se estiman cinco años como mínimo para lograr la total erradicación de esta especie invasora. El presupuesto invertido hasta el momento para combatir la plaga asciende a 2,5 millones de euros.
El plan de erradicación ha sido trabajado en los últimos años por el Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos afectados y cuenta con la participación de expertos del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) y de la Universidad de La Laguna (ULL).
Funcionamiento del proyecto
Hasta ahora, el proyecto planteado por las administraciones ha actuado sobre 600 hectáreas y cinco municipios: Tacoronte, La Laguna, Santiago del Teide, Adeje y Arona. En este último, logrado ya la eliminación del foco principal. Algo que también ha ocurrido en los barrios de Tacoronte de Los Naranjeros, Garimba y Parque Atlántico, donde se originó el problema.
Valle de Guerra, en La Laguna, y el foco detectado recientemente en Adeje continúan siendo las zonas más activas. En ellas se han instalado 300 cebos con biocida en 15.000 metros cuadrados. Estos cebos con biocidas permiten eliminar las colonias en su totalidad y son menos perjudiciales para el medio ambiente que otras soluciones.
En todo el territorio afectado por la plaga de termitas en Tenerife hay 25.686 puntos de control, de los cuales 8.723 son estaciones de estos cebos. Cuando la termita entra en contacto con el cebo, tarda entre tres y nueve meses en desaparecer por completo, ya que una colonia puede ocupar el espacio equivalente a cinco campos de fútbol.