Casi 40 años después de que el corazón del motor en Tenerife empezará a latir para dar vida a un circuito cerrado, tras prohibirse en los 80 las carreras urbanas, parece que, por fin, para los amantes de la gasolina, la espera llega a su punto y final con la presentación en la tarde de este martes del proyecto de construcción del Circuito del Motor de Tenerife.
Y decimos “parece”, porque una vez más los grupos ecologistas, y parte de la sociedad tinerfeña que no se consideran como tal, han puesto el grito en el cielo y lo demostrarán esta tarde a partir de las 18 horas en la concentración de protesta contra la construcción del circuito. Misma hora y mismo lugar en la que los aficionados al motor han contraprogramado otra movilización. Esta improvisada y sin permisos.
Un perfil de movilización que ya logró parar las obras en La Tejita, el puerto de Fonsalía y, provisionalmente –aunque siguen los trabajos- del proyecto Cuna del Alma en el Puertito de Adeje.
Exposición pública y presentación
No obstante, el Cabildo de Tenerife , que sacó este lunes a exposición pública el Circuito del Motor por 51,3 millones y más de cinco años de obras, sigue con determinación su plan para presentar el ansiado proyecto para muchos, con invitados estrella como Antonio Lobato, Carlos Checa y, sobre todo a día de hoy, el piloto español de la escudería Ferrari, Carlos Sainz Jr.
Una fecha, la de hoy 19 de julio, que cierra ese ciclo de casi cuarenta años de pasión y necesidad para los amantes del motor en la Isla, pero que también tiene un enfoque claramente internacional como demuestra el eciente acuerdo logrado por Enrique Arriaga con Dorna y las homologaciones de la FIA y la FIM.
La determinación de Adán Martín
Un proyecto que en mayo volvía a encontrar la enésima piedra en el camino con la no aprobación (4 de mayo) de la partida necesaria de 5,1 millones de euros para iniciar los trabajos por parte de Coalición Canaria y el Partido Popular –se aprobaría posteriormente el 28 de mayo-.
Partidos que, paradójicamente, son los impulsores históricos del circuito. Adán Martín fue el primero en tomar la firme decisión de afrontar un enorme reto de inmenso calado, apoyado por el expiloto Fernando Capdevila -entró en la política (PP) solo para sacar el circuito adelante- y Eduardo Pintado (primero con el PP y más tarde con CC), ex consejero del Cabildo, cuya obsesión personal, por su pasión y experiencia dentro del sector motorizado (entre otras cosas, fue presidente de la Federación de Automovilismo de Tenerife) no era otro que conseguir la luz verde necesaria para comenzar esta carrera. Entre los tres lograron que se probara el proyecto en un Pleno bordeando el cambio de milenio.
El Plan de Actuación Territorial
El siguiente reto fue activar el que sería “el mayor hándicap todos estos años”, como reconoció Pintado en una entrevista exclusiva a Atlántico Hoy, en la que rompía siete años de silencio, que era adecuar el proyecto del circuito a la normativa regional a nivel medioambiental, el que se llamaba el Plan de Actuación Territorial (PAT). Es decir, lo que podía hacerse y construirse dentro del circuito. Un PAT que se quedó en el olvido hasta 2011.
También se llegó a la decisión de que la Corporación insular asumiera la compra de los terrenos y el proyecto, pero tendría que ser la iniciativa privada la que financiase y construyese el circuito. “Eso fue un inmenso error que yo acepté”, reconoció Pintado, recordando que él estaba al frente del proyecto entonces (2003, año que deja la política hasta ese 2011).
El fracaso de Axia SRL
En 2014 se lograba un hito que, paradójicamente, acabaría en uno de los mayores fracasos en la ruta del proyecto del circuito. Se aprueba en un Pleno del Cabildo el concurso público para hacer el circuito.
El recorrido termina donde todo el mundo del motor conoce y que fue un golpe muy duro de asimilar. La empresa ganadora del concurso, la italiana Axia SRL, a la que todos vieron como la salvadora, acabaría siendo acusada de estafa, ya que finalmente no encontraron la prefinanciación con la que se habían presentado al concurso.
El impulso definitivo
Tras este varapalo, parecía que el proyecto del Circuito del Motor de Tenerife se iba a quedar en una quimera y que la deuda histórica con los muchos seguidores del sector en las Islas iba a ser eterna.
Sin embargo, la nueva puerta abierta de una gran financiación pública, de 51,3 millones de euros, reactivó el sueño de muchos, cuyo cauce nos arrastra hasta la fecha de hoy, donde uno de los mayores obstáculos, el social, ha hecho su mayor acto de presencia en los momentos más importantes de este proyecto de casi 40 años de edad.