Las obras de la pasarela de la rotonda lagunera de Padre Anchieta van con un importante retraso. En septiembre, el consejero de Carreteras y Movilidad del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga, explicó a Atlántico Hoy que tanto esta operación como el soterramiento de la conexión entre la carretera de La Esperanza y la TF-5 acabarían antes de año nuevo tras haber sufrido ciertos retrasos por problemas con los suministros debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ahora, Arriaga explica a este medio que el soterramiento cumplirá los plazos pero la pasarela no. Obrascón Huarte Lain S.A. (OHLA), empresa adjudicataria de la obra por casi nueve millones de euros, ha pedido una prórroga de seis meses para poder terminar la instalación de la pasarela.
Sanción por la demora
Según Arriaga, el cabildo ha concedido la ampliación de plazo, pero no le saldrá gratis a OHLA. El consejero explica a Atlántico Hoy que se impondrán a la empresa penalidades por aplazamiento, aunque el cálculo de las mismas aún no es definitivo ya que depende de las finalidades de obra establecidas en los pliegos.
No obstante, esto no significa que la obra esté parada. Según cuenta el consejero, gran parte de los trabajos menos visibles, como canalizaciones o reposicionamiento de conducciones y cables, además de todos los muros de contención de la plaza de la Facultad de Biología ya están acabados.
Falta acero para las piezas
También lo está la parte peatonal de la avenida de la Trinidad. El principal problema, por el contrario, se está dando en la parte de la pasarela que no se construye in situ. Los módulos de acero ensamblables que conforman la pasarela y que se construyen en la Península están tardando por falta de este material.
El acero ya ha comenzado a llegar a los talleres donde se crean los módulos, pero ahora hay que construirlos, trasladarlos a Tenerife y montarlos todos a la vez, de ahí la prórroga solicitada. Conforme se vayan enviando, el cabildo los irá acopiando en una nave hasta que estén todos y se puedan ensamblar.
El soterramiento estará en enero
Respecto al soterramiento de la carretera de La Esperanza, Arriaga indica que, aunque faltan algunos remates, el objetivo de la corporación insular es abrirlo al tráfico en los últimos días de diciembre o principios de enero. En todo caso, antes de que comiencen las clases.
La razón es que en la zona residencial colindante con la rotonda de Padre Anchieta hay un colegio y varias facultades de la ULL que favorecen el colapso de la glorieta. Por ello, poder desviar el tráfico que baja de La Esperanza cuanto antes es primordial para la consejería de Arriaga.