El Cabildo de Tenerife ha iniciado la senda para que los agricultores del valle de Güímar puedan regar con agua regenerada y evitar así el elevado consumo en una zona hídrica tensionada. El proyecto está todavía en los primeros pasos, este miércoles en el Consejo de Gobierno insular se ha aprobado la redacción del proyecto de la red de regadío.
Tras la reunión, el consejero delegado de Sector primario y Bienestar Animal, Valentín González, ha informado del encargo a la empresa Tragsatec de la redacción de la primera fase del proyecto de consolidación y mejora de los regadíos del valle de Güímar que afectan a los municipios de Güímar, Arafo y Candelaria.
Una nueva red
En esa primera fase se plantea la construcción del Centro de entrega y bombeo en la depuradora comarcal. La intención es que desde esta depuradora comarcal se produzca el bombeo y la conducción hasta la futura balsa reguladora de aguas regenerada, que se situará a una cota de 300 metros y que tendrá una capacidad de cerca de 100.000 metros cúbicos. Según ya informó el Cabildo hace un año, la balsa reguladora de aguas regeneradas del Valle de Güímar estará situada entre el Barranco de Yoquina y Camino el Portugués, a una altura de coronación de 309 metros sobre el nivel del mar.
A su vez, en la primera fase de estas propuestas se desarrollaría la red de distribución, según ha informado González. El consejero delegado ha valorado la importancia de la actuación en el sentido de que es una “zona tensionada desde el punto de vista hídrico”. La intención es atender a “475 hectáreas de cultivo y 273 de hectáreas de abandono”.
La actuación relacionada con esta primera fase alcanza los 10 millones de euros. Por ahora, lo que ha acordado el Consejo de Gobierno insular es la adjudicación del contrato por un valor 107.676,75 euros, y tendrá un plazo de ejecución de 15 meses, según ha comentado el consejero delegado.
Hacia la balsa
Tras la redacción de esta actuación se procederá a la redacción del proyecto de la balsa, que es un proyecto de 4 millones de euros. “Es una actuación prioritaria demandada por todo el sector”, ha señalado el consejero, quien ha hecho hincapié en que se trata de una obra prevista en el Plan Hidrológico de Tenerife.
A su vez, el consejero ha adelantado que esta actuación “va de la mano” de la instalación futura de una desaladora también en el polígono industrial de Güímar. El consejero ha resaltado que este proyecto está en estudio por las dificultades del rechazo de la salmuera que genera la desalación del agua y que es contaminante. “Se está trabajando de la mano de los regantes para que esa canalización, que nos llevaría también de esa cota 300 hasta un pozo ubicado en el Puertito de Güímar”.