Los trabajadores del Grupo Teleférico han comenzado este viernes una huelga de celo tras seis meses de negociación de un convenio que, denuncian, no avanza. Se trata de un preaviso de huelga anunciado por el sindicato CSIF por el que los empleados del teleférico dejarán de trabajar más allá de su horario establecido, ya que aseguran que muchas veces deben hacer horas extras sin avisar y “según el capricho de la empresa”, tal y como ha explicado el abogado de los trabajadores Cristo Llurda.
De esta forma el teleférico se quedará sin excursiones de tarde. “Es de sentido común no seguir colaborando con la empresa destinando tiempo de tu vida privada, tu tiempo libre que, a cambio de unas migajas, suponga ser un esclavo de la empresa para su interés, pisoteando tu propio interés y el interés de la totalidad de compañeros”, denunciaba Javier Galván, vicepresidente provincial de CSIF en Tenerife. De esta forma, hasta que no se negocie el nuevo convenio no se realizarán excursiones por las tardes.
Desigualdad en el punto más alto
La desigualdad retributiva es otro de los puntos conflictivos que denuncian desde el sindicato. Llurda explica que la empresa no quiere “corregir anomalías históricas” como que hay empleados con la misma categoría profesional que perciben una diferencia salarial de entre 700-800 euros. Este viernes el sindicado y la empresa se sentaron en una mesa de negociación para abordar la situación, sin embargo, ha asegurado Llurda que las posiciones están muy alejadas.
El Grupo Teleférico consta de tres empresas: Teleférico del Pico de Teide, Volcano Life y Rambleta (encargada del servicio de cafetería). Según asegura el abogado, para estas dos últimas empresas “se niegan a realizar cualquier tipo de convenio colectivo propio que iguale las condiciones respecto al Teleférico”. Además, añade que 49% del capital social de este grupo pertenece al Cabildo y que si bien no deja de ser una empresa privada, se acerca a ser “semi pública”. Una empresa que opera en el punto más turístico de Tenerife, lo que para Llurda implica que es “una de las empresas más importantes” de la isla.
Desde este viernes, y todo parece indicar que hasta que las negociaciones avancen, las excursiones de tarde quedarán paradas. Un preaviso de huelga que intentará retrasar al máximo el servicio. Mientras que si la situación no cambia lo siguiente será que “los trabajadores se pongan en huelga y la empresa estalle”, comenta el abogado, aunque clama que esto no suceda.