Cientos de personas han participado este domingo en la tradicional fiesta de los corazones de Tejina, un evento en el que los tres principales núcleos poblacionales de la localidad compiten en la elaboración de corazones con flores y frutas que llegan a medir cerca de doce metros de largo y a pesar aproximadamente unos 100 kilos.
De esta manera el pueblo perteneciente a La Laguna celebra sus fiestas patronales en honor a San Bartolomé, que fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en 2003 por su arraigo histórico e importancia dentro del legado patrimonial del Archipiélago. Durante la mañana, los vecinos se apresuraron a terminar los últimos detalles de cada una de las estructuras que luego fueron trasladas a hombros hasta la plaza del pueblo, donde fueron situadas una junto a la otra a la espera de la llegada del santo.
Corazones al aire
Los cantos y vítores se entrelazaron unos con otros hasta que la salida de San Bartolomé sumió a la plaza en un profundo y sentido silencio que dio paso a la lectura del pregón, el último paso antes del gran momento de levantar los corazones y colocarlos sobre tres pilares dispuestos mirando hacia la iglesia.
Para ello, los vecinos de cada barrio, organizados por camisetas con colores distintivos, se entregaron a levantar los corazones con la ayuda de cuerdas y poleas, una difícil tarea que exige una gran coordinación y esfuerzo de todos los involucrados.
Una vez en lo alto, cada una de las figuras fue adornada con numerosas banderas que hicieron lucir los detalles de cada una de las creaciones, siempre con los limones, las peras y las piñas como elementos centrales, cada una de las frutas que representan la identidad de los tres barrios tejineros.