Las zonas de Llano del Camello, Las Andoriñas, Las Chafiras y El Guincho, en el municipio de San Miguel de Abona, han pasado a considerarse como zonas de gran afluencia turística. Esta calificación implica que los establecimientos comerciales que se encuentran en estas zonas están fuera del régimen general de horarios comerciales, por lo que podrán decidir qué días y horas abren. Una medida que ha recibido el rechazo de la patronal de empresarios y de un sindicato.
La petición parte del Ayuntamiento de San Miguel de Abona y ha sido aprobada por la Viceconsejería de Industria, Comercio y Consumo. Una solicitud que se sustenta, según indica la resolución que aprueba la petición, en la “existencia de una concentración suficiente de plazas en alojamientos y establecimientos turísticos”, la la declaración del casco histórico de San Miguel y del Caserío de la Hoya como BIC o los inmuebles de interés turístico que tiene el municipio.
Rechazo sindical
Tanto el sindicato Comisiones Obreras como la patronal CEOE-Tenerife se han mostrado en contra de esta declaración, aunque por motivos diferentes. Por una parte el sindicato argumenta que la ampliación de horarios afectaría negativamente a los trabajadores por la ampliación de los horarios y por su dificultad para conciliar el trabajo con la vida personal.
El sindicato también ha rechazado que esta situación generaría una modificación de las condiciones de trabajo “sin reconocimiento de ninguna situación de incremento económico positivo”. Además, denuncian que esta solicitud no está motivada por una demanda social o turística y denuncia que esto provocará que se capte parte del consumo de las pymes y micropymes de la zona, “atentando en su economía y en su cuota de mercado actual”.
Rechazo patronal
Sobre esa cuota de mercado también centra su rechazo la CEOE-Tenerife. Si bien cabría esperar que apoyaran esta medida como dinamizador del comercio, argumentan que “las zonas comerciales abiertas de Canarias suponen una competencia a las grandes superficies que se ubican en el polígono de Las Chafiras y Andoriñas, pero a la vez las complementan”. En este sentido aseguran que el hecho de que la consejería haya fomentado durante años la convivencia de ambos tipos de zonas comerciales, “no se debe atender la demanda de una pequeña parte de la oferta comercial, mediante el uso inadecuado de la ley”.
A su vez justifican que no existe una concentración “suficiente” de plazas en alojamientos turísticos en el municipio que aconsejen la medida propuesta. De hecho aseguran que si se calcula el número de turistas que se alojan en el municipio y los habitantes “el incremento de la demanda propiciado por la medida es muy inferior al 1,4% señalada”. Unas cifras a modo de argumento que desde el aconsejaría han rechazado.
Por qué esta zona
Para la declaración de zona de afluencia turística hace falta que una concentración suficiente de plazas turísticas, que haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad o en el que se localice un bien inmueble de interés cultural integrado en el Patrimonio Histórico Artístico, que limiten o constituyan áreas de influencia en zonas fronterizas, que se celebren grandes eventos deportivos nacionales o internacionales, proximidad a áreas portuarias donde operen cruceros, que sea un área de turismo de compras o por circunstancias especiales.
La propia resolución hace un análisis de la situación turística en la que se encuentra San Miguel de Abona. Se trata de un municipio localizado enclavado entre los turísticos Arona y Granadilla de Abona. No es un territorio donde predominen los hoteles, solo cuentan con seis. Lo que sí predomina, sin embargo, son las viviendas vacacionales. Hasta 925 viviendas turísticas tiene el municipio, que también cuenta con 11 apartamentos y tres casas rurales