El Norte reclama que la TF5 a la altura de San Juan de la Rambla se reconozca como una travesía

El Tagoror Norte pide medidas urbanas en esta zona de vehículos y el alcalde, Ezequiel Domínguez, recuerda la demanda histórica de la entrada al barrio de La Rambla

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Protestas de los vecinos por el cambio de mención de la TF-5 a la altura de San Juan de La Rambla y una nueva entrada viaria la municipio. / Tagoror Norte
Protestas de los vecinos por el cambio de mención de la TF-5 a la altura de San Juan de La Rambla y una nueva entrada viaria la municipio. / Tagoror Norte

La recién creada asociación Tagoror Norte ha puesto de manifiesto el malestar de los vecinos de la zona norte con la nomenclatura de la TF-5 a la altura del municipio de San Juan de la Rambla, pues aseguran que, por las características de este tramo, que discurre por poblado",  debería ser considerada una travesía con sus consiguientes normas urbanas por una mayor seguridad de los vecinos.

Así, contextualizan que la zona costera de San Juan de la Rambla “está conectada por un tramo de la C-820 y no dispone de una alternativa viaria que una los tres núcleos poblacionales”. Por ello, eso obliga a los vecinos del barrio de La Rambla “a ir hacia el oeste si quieren ir al este”, teniendo que recorrer obligatoriamente más de tres kilómetros para atravesar el casco urbano de San Juan de la Rambla y salir por La Guancha.

La asociación hace hincapié en que San Juan de la Rambla “ha sido el pueblo más generoso y más maltratado de la isla en carreteras”, aceptando en su momento “ser atravesado en su hermosísimo casco histórico por el puente elevado de la TF-820, dejándolo enterrado y al margen de esa vía y ni siquiera se le dejó un acceso desde el pueblo”.

El alcalde confirma la demanda histórica

El alcalde del municipio, Ezequiel Domínguez confirmó a Atlántico Hoy la problemática con las carreteras en San Juan de la Rambla y recordó que la entrada al barrio de La Rambla “es una demanda histórica.

Una demanda que alcanza ya “40 años que nadie ha podido, o querido dar respuesta”, por la que piden una entrada y una salida segura, porque “es la entrada, no solo al pueblo, sino a la comarca”, argumenta el regidor municipal.

Compromiso de Pedro Martín

En este contexto, Domínguez informa que con el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, “se ha arrancado un compromiso para redactar un proyecto para la entrada y salida e incorporarlo a los presupuestos del año que viene”.

Asimismo, el alcalde de San Juan de La Rambla cree que este compromiso del presidente insular es importante. “La solución definitiva pasa por la propuesta publica que se hizo en su momento. Entrar por un soterrado desde la playa del Socorro (la propuesta es hacer como en su momento se ejecutó en El Socorro) y entrar por debajo del parque recreativo. Es la solución definitiva porque va a garantizar la seguridad a los vecinos: para entrar y para salir”, expone.

Propuesta para la entrada al barrio de La Rambla. / AH
Propuesta para la entrada al barrio de La Rambla. / AH

Inseguridad peatonal

Además, también indica que la vida de la TF-5 a la altura de la localidad norteña discurre entre mucha actividad. “Es verdad que es una travesía porque esta zona está llena de bares y de actividad económica”, aclara. “Estamos en uno de los grades cuellos de botellas desde Los Realejos hasta Icod de los Vinos y tenemos muchos problemas en este trozo que hay que ir solventando de una manera u otra”, agregó Domínguez.

Por último, el alcalde de San Juan de La Rambla pone el énfasis en que “siempre nos olvidamos destacar o recordar la falta de seguridad que tienen los peatones en este tramo de carreteras. Un tramo donde hay un parque recreativo y las paradas de guaguas, que es paradójico que los que usan el transporte público se estén jugando la vida cruzando la carretera para usar el transporte público”.

Qué son las travesías

“Las travesías presentan una serie de riesgos propios de una zona urbana como edificaciones, obstáculos a la visión, peatones y ciclistas que han de ser atendidos convenientemente procurando formas de conducir distintas, con grandes diferencias. La velocidad máxima que no deberán rebasar los vehículos en vías urbanas y travesías se establece, con carácter general, en 50 kilómetros por hora, a excepción de los vehículos que transporten mercancías peligrosas, que circularán como máximo a 40 kilómetros por hora”, cierra como recordatorio el escrito el Tagoror Norte.

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