El 15 de agosto de 2023 comenzó en el municipio tinerfeño de Arafo un incendio que, pocos días después, iba a ser declarado "el peor incendio de Canarias en los últimos 40 años". El fuego se saldó con 15.000 hectáreas quemadas en 12 municipios de la isla y obligó a desalojar a personas y animales a cientos.
En el trajín de desalojos, polideportivos adaptados, bancos de alimentos y confinamientos, los pabellones municipales donde se alojaba a las personas desplazadas comenzaron a acoger también a animales domésticos perdidos. El mismo 16 de agosto, un grupo de voluntarios creó la Red de Cuidados frente al Incendio (RCI) para coordinar traslados de personas y animales, así como alimentos.
Perros olvidados
Conforme los desalojados pudieron ir regresando a sus casas, los pabellones se fueron vaciando, pero en ellos quedaron un puñado de perros abandonados -21 en total-, sin chip ni dueño conocido, que la RCI recogió para coordinar la búsqueda de hogares de adopción.
Cinco meses después del inicio del incendio, queda un solitario perro acogido por la RCI. Se llama Andrés y tiene algo de pointer, cuenta a Atlántico Hoy Marta, única voluntaria de la Red que queda en el grupo de coordinación para encontrar una casa para el can.
Los ayuntamientos se desentendieron
Marta asegura estar exhausta porque, aunque el incendio se dio por extinguido en noviembre, ella no ha parado de gestionar la búsqueda de hogares para los animales olvidados y tan sólo le queda encontrar uno para Andrés para poder descansar por fin.
Esta voluntaria relata a Atlántico Hoy que los ayuntamientos de los municipios afectados se han desentendido de los perros sin identificar. Ella misma coordinó en su momento todos los furgones que evacuaron el refugio de animales de Adepac, en Ravelo, del que se sacaron en tiempo récord más de 200 perros para ser realojados en pabellones. Ahora, se siente olvidada por las instituciones.
De hecho, en septiembre de 2023, la RCI emitió un comunicado denunciando que el Ayuntamiento de La Orotava se había desentendido de los animales y exigiendo a este y otros municipios, al Cabildo de Tenerife y al Gobierno de Canarias que tomasen cartas en el asunto.
Un perro "invisible"
Las adopciones, no obstante, las ha seguido gestionando la RCI y ahora se encuentra en un impass con Andrés, un perro para el que han lanzado una campaña en redes a fin de poder darlo en adopción definitivamente.
Andrés es un "perro invisible", según lo describe Marta. "No es ni alto, ni bajo. Ni gigante, ni pequeño. Ni feo, ni guapo. No da excesiva ternura, ni excesiva pena. Ni demasiado joven, ni demasiado mayor. Es lo que llamamos un perro invisible", explica.
Busca un hogar
Este mestizo de pointer tiene tres años aproximadamente. "Es muy inteligente, es rastreador, duerme un montón, se queda muy bien solo, se desvive por un cariñito de la gente que se encuentra por la calle, le encanta pasear, que le acaricien en su sillón y además es el último perro olvidado del incendio", afirman desde la RCI.
La Red de Cuidados ha lanzado una campaña para encontrar un hogar a Andrés en su perfil de Instagram y también ha establecido un teléfono de contacto para poder preguntar por Andrés (620530228).