La compañía Botdreams SL se ha declarado en concurso de acreedores con un balance sin masa activa. El Juzgado Mercantil número 1 de Santa Cruz determina decretar el fallido, pero se abstiene de nombrar administrador concursal, dada la inexistencia de tesorería para afrontar el proceso.
Los acreedores que representen el 5% del pasivo exigible disponen de quince días para solicitarlo. En caso contrario, el juzgado ordenará la extinción de la sociedad y el cierre del expediente.
Ingeniería e inteligencia artificial
Botdreams arrancó en 2017 impulsada por dos promotores de muy alta cualificación, a saber, Miguel de Vega Rodrigo, ingeniero de telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid y doctorado en la Université Libre de Bruxelles; y Orlando Ávila García, ingeniero informático por la Universidad de La Laguna (Tenerife), así como doctor en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial por la University of Hertfordshire (Reino Unido).
Servicios y optimización de recursos
Ambos lanzaron un programa informático de última generación destinado al sector hotelero canario. Se trata de un asistente virtual, capaz de comunicarse con los huéspedes de los establecimientos hoteleros o de alquiler vacacional, por medio de conversaciones escritas y habladas.
La firma anuncia su innovador programa informático con el lema “Más allá del servicio al cliente”. Según la publicidad, la herramienta “optimiza recursos” de los hoteles, por la vía de recortar costes de personal.
Siniestro
Botdreams apenas ha generado ingresos durante los seis ejercicios que ha permanecido en marcha. Se cifran en conjunto en unas pocas decenas de miles de euros. Los escasos capitales aportados por los socios se han agotado y ahora la sociedad se finiquita, por medio del fallido judicial en los tribunales de Tenerife.
Las oficinas de Botdreams se encuentran en calle Teobaldo Power número 1, de San Cristóbal de la Laguna.