El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz cerró el pasado 3 de julio el acceso al baño en la popular Playa Jardín por contaminación con aguas residuales, detectada tras los análisis de la bacteria Escherichia coli.
Una medida indefinida, cuya decisión se toma el mismo día 3 de julio después de un proceso burocrático y de tiempos de las administraciones que provocaron una diferencia de 13 días entre el día que el Consistorio recibe la primera información de la mala calidad del agua, el 21 de junio, hasta el cierre de la playa.
De esta manera, según fuentes municipales consultadas por Atlántico Hoy, el informe analizado de Salud Pública se recepciona el mismo viernes a las 14 horas, pero al ser viernes el acuse de recibo no solo no se prolonga hasta el lunes, sino que es el martes, día 25, cuando la funcionaria encargada del área de registro de estos documentos lo descubre.
A la espera de Salud Pública
Un día después, el 26, es cuando el ayuntamiento traslada un oficio a Salud Pública para que aclarara aspectos que informar a la ciudadanía sobre el significado de las medidas a tomar. Sin embargo, ante la falta de respuesta durante dos días del organismo dependiente del Gobierno de Canarias, el día 28 de junio (viernes) el ayuntamiento solicita una reunión urgente que acaba celebrándose el martes, día 2 de julio, porque el lunes no podía estar el director general de Salud Pública, José Juan Alemán.
Tras ella, siempre según fuentes municipales, hay que esperar un día más para que el ayuntamiento recibiera el oficio aclaratorio el mismo 3 de julio a las 11.20 horas de la mañana, declarando el cierre de Playa Jardín por la tarde e informando a la ciudadanía de dicho cierre a primera hora del jueves, día 4.
Dos semanas hasta el cierre
En total, prácticamente dos semanas desde que se confirma que las muestras tomadas en la zona de la playa más conocida del municipio dan lugar a una calidad sanitaria de las aguas de baño insuficiente o no apta para el baño por contaminación con aguas residuales, existiendo evidencia epidemiológica de que esta situación puede provocar cuadros gastrointestinales por ingestión de agua, así como otro tipo de afecciones como infecciones respiratorias agudas e infecciones de oídos, ojos, fosas nasales y piel, como apuntó la propia nota de prensa del ayuntamiento que informaba del cierre de la playa.
Un espacio de tiempo en el que el Puerto de la Cruz, y más concretamente la propia Playa Jardín, albergó la popular noche de San Juan (23 de junio), además del Reggaeton Beach Festival (29 y 30 de junio) en la explanada de aparcamientos del puerto.
Desde el ayuntamiento portuense han aclarado a Atlántico Hoy que siempre han ido de la mano de Salud Pública y que en el primer informe nunca se les trasladó la necesidad de prohibir el baño en la zona, por lo que pidieron una aclaración y que Salud Pública “tardó lo que tardó” y que hasta el 2 de julio no se pudieron reunir, además de con el Consejo Insular de Aguas a petición de la Corporación municipal.
Un emisario roto
La causa más probable de la mala calidad del agua de Playa Jardín es la fisura de un emisario en esta costa de la que, según explicó el ayuntamiento en la nota de prensa del 3 de julio, se dio conocimiento desde hace más de un año al Cabildo de Tenerife para que por la vía de urgencia se pusiera en marcha el proyecto de la rehabilitación integral del emisario y que, según el CIATF, está a la espera de las respectivas autorizaciones del Servicio de Costas del Gobierno de Canarias desde abril de 2023.
Aun así, el Consistorio recuerda que el Programa de Vigilancia y Control de la depuradora comarcal del año 2023 cumple con los requerimientos de la autorización de vertido al mar según documentos aportados por el CIATF con lo que se afirma desde el Consejo que la infraestructura cumple con la normativa ambiental exigible.
Asimismo, el municipio ha solicitado un informe exhaustivo de las estaciones de bombeo, así como del programa de vigilancia del emisario que gestiona el cabildo, para conocer de primera mano la situación ambiental de este entorno y el funcionamiento de las infraestructuras adscritas al Consejo Insular de Aguas.
Más de un año
Sin embargo, algunos vecinos reclaman que el problema con el emisario viene de más atrás. Desde hace dos años exactamente. Es el caso de Antonio del Pino que, además de ser residente en el Puerto de la Cruz, es buceador y se aventuró a filmar unas imágenes que demuestran el grave problema de la rotura del emisario.
En dichas imágenes que ha recibido Atlántico Hoy, se ve al propio Del Pino bucear hasta el propio epicentro del problema jugándose su salud para mostrar la gravedad de las emisiones de aguas residuales y fecales que se desprenden del emisario fisurado, si bien es verdad que es solo en este punto donde está roto -de importancia- y que, hasta su punto de salida, a más de 700 metros de la costa, se encuentra en buen estado.