Este domingo, el proyecto Ocean Census, coordinado por The Nippon Foundation y Nekton, cerraba su etapa de investigación en Tenerife en lo que es la primera parada de un trabajo internacional en busca de descubrir nueva biodiversidad marina, por la que se han visto sorprendido en tierras canarias dentro de su análisis de los fondos marinos de la Macaronesia.
“Para ellos el corazón de la Macaronesia es Canarias”, explica a Atlántico Hoy la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, quien visitó recientemente el campamento base del proyecto en la costa de Radazul. “Es impresionante el trabajo que se está haciendo por parte de Ocean Census”.
Nuevas especies
El día que Dávila fue a visitar a los integrantes de la investigación ya habían hecho 20 inversiones con el submarino y ya habían identificado varias especies únicas y nuevas en Canarias probablemente. “Estaban muy satisfechos. No solamente por los resultados que observaban, sino que además tienen la idea de volver a ser inversiones más profundas”, trasladó la presidenta.
En este sentido, durante las tres semanas que han trabajado en Tenerife ejecutaron inmersiones próximas a los 250 metros de profundidad. “El objetivo es poder hacer una especie de ciclo de la biodiversidad marina de la que parece que podríamos conocer tan solo un 10% de la realidad de la biodiversidad que puede existir en los mares”, comparte Dávila.
Proyecto mundial
La expedición de Ocean Census tiene carácter internacional y está financiada por organizaciones no gubernamentales, con la participación de científicos de todo el mundo y la decisión de su arranque en la Macaronesia no es baladí.
“Me comentaron que les resultaba muy interesante toda la región y en concreto han estado identificando especies que solo habían visto en Cabo Verde y ahora los vieron en Tenerife”, confirma la presidenta insular. El hecho de haber estado en Radazul es porque a pocos metros ya alcanzas profundidades muy importantes y es una zona rocosa y arenosa”, agrega.
Colaboraciones
A esta expedición en Tenerife se le sumaron un equipo biólogo de la Universidad de La Laguna de biólogo, tasi como del Oceanográfico. “La colaboración que tiene el Cabildo de Tenerife es que todo lo que ha encontrado el proyecto se va a quedar en nuestro Museo de la Naturaleza y Arqueología. La verdad es que es una colaboración de entidades es muy importantes”, valoró Rosa Dávila, que recientemente ya mostró su interés por la protección de los fondos marinos de Tenerife en un bautizo de buceo con botella.
Asimismo, la regidora insular señaló que se trata de “una investigación muy importante para el futuro”, pues también puede dar respuesta los retos de la medicina. “Lo quieren para poder investigar mejor las bacterias”, aseguró.
El ‘submarino’
En su visita, la idea previa de Dávila era sumergirse y ser parte de una de las inmersiones de la investigación, pero las cuatro horas previstas bajo el mar eran demasiadas para una agenda cargada como la de la presidenta del cabildo. No obstante, sí accedió al sumergible en la superficie.
"Realmente no es un submarino, es un batiscafo en el que caben hasta tres personas”, comparte Dávila”. “Tiene varios brazos articulados que permite recoger muestras, excavar en el fondo marino para extraer los sedimentos que recogen y clasifican cada uno de los investigadores”, abunda.
Aun así, “lo más increíble”, resalta para finalizar la presidenta, “es que según se descubren especies, normalmente se tarda casi tres años en hacer publicaciones. Ellos, en casi menos de 24 horas, tiempo récord, subían la información y la hacían pública en su web.