A la ULL no le salen las cuentas: "La financiación estructural es totalmente insuficiente”

La universidad ha podido maquillar un descalabro presupuestario de 6,6 millones de euros en un año tirando de remanentes de tesorería y recortando un 40% en políticas universitarias

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Juan Manuel Plasencia, gerente de la ULL./ ULL
Juan Manuel Plasencia, gerente de la ULL./ ULL

Tras años creciendo al 3%, el presupuesto anual de la Universidad de La Laguna se ha encontrado con un muro. En 2023 no solo no crecerá, sino que será 1,3 millones de euros menor que el del presente año.

La cifra puede parecer pequeña si se compara con el conjunto presupuestario de 166 millones de euros. Apenas representa el 1%, aunque la propia universidad reconoce que la cifra está maquillada con los remanentes de tesorería de 2022 -esto es, lo que sobra del ejercicio anterior-. Que los árboles no impidan ver el bosque: si uno mira más allá del porcentaje, verá un claro indicador de que vienen malos tiempos.

Los gastos crecen 10 millones y la financiación sólo 5

Juan Manuel Plasencia, gerente de la ULL, echa sus cábalas y los números le salen rojos: los costes de la ULL van a crecer el año que viene 10,5 millones de euros, pero la financiación sólo se incrementará en 5,6 millones.

Todos los gastos van a crecer para la universidad hasta llegar a esos 10,5 millones. El gasto de funcionamiento se incrementará un 1%; la financiación del Consejo Social, el 38%; la compensación por precios públicos, el 61,88% y un largo etcétera. La partida que más sube es el incremento retributivo, que se incrementará el 93,95%.

Consejo de Gobierno de la ULL./ Cedida
Consejo de Gobierno de la ULL./ Cedida

Una financiación "totalmente insuficiente"

En paralelo, la financiación estructural de la Universidad de La Laguna sólo crecerá el 2,82% respecto a 2022, mientras que el aumento de los salarios superará el 6%. “Solo puedo decir que la financiación estructural es totalmente insuficiente”, ha asegurado Plasencia, viéndose venir la debacle.

El balance es claramente negativo. Un impacto de 6,6 millones de euros menos que en 2022 que se ha conseguido ajustar a 1,3 millones -el 1% menos que se mencionaba al inicio del artículo- gracias a los remanentes líquidos de tesorería de 5,5 millones de euros y un agresivo recorte del 40% de las políticas universitarias.

Pero esto no es más que un parche que tiene los días contados, porque en 2024 el uso de remanentes de tesorería para el próximo ejercicio dejará de estar permitido. "Si en 2024 no se produce un aumento importante de la financiación o se pone en marcha el contrato-programa con un marco financiero estable, los problemas económicos de esta institución podrían ser aún mayores", ha afirmado la ULL en un comunicado.

Tiempo reclamando más dinero

La Universidad de La Laguna  y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)  vienen exigiendo desde hace tiempo al Gobierno de Canarias un aumento en la partida de ambas instituciones académicas. El 15 de noviembre, el rector de la ULPGC llegó a decir en público que no podría pagar las nóminas si no recibían más financiación, aunque al día siguiente, en declaraciones para Atlántico Hoy, se desdijo, ablandando mucho sus palabras: “Nosotros no tenemos ningún problema para pagar las nóminas, por lo menos hasta finales del año que viene".

Y es que las transferencias del Gobierno de Canarias son la principal fuente de financiación de las universidades. Según el comunicado con el que la ULL ha presentado su presupuesto para el próximo año, estas transferencias corrientes representan el 80,97% de todos los ingresos de la universidad lagunera.

Con todo, las cuentas sí le salen a la ULPGC, al contrario que a la ULL. El presupuesto de la universidad grancanaria para 2023 aumentará casi un 7% con respecto a 2022, aunque la institución sigue considerando sus cuentas austeras.

 

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