La principal playa de Puerto de la Cruz, uno de los núcleos turísticos más importantes de la isla de Tenerife, cumple este jueves tres meses cerrada al público por la alta presencia de bacterias fecales en sus aguas.
Una situación que vecinos y empresarios de la zona han salido a denunciar ante la “irresponsabilidad” y “falta de transparencia” de las administraciones públicas.
Así lo han indicado desde la plataforma Punta Brava Stop Vertidos al Mar en una rueda de prensa celebrada en las inmediaciones de esta zona costera para exigir soluciones ante lo que consideran “uno de los mayores desastres medioambientales producidos en la historia de Canarias”.
Preguntas
“¿Cuántas veces ha ocurrido en las islas que una zona de baño con las dimensiones e importancia de Playa Jardín ha permanecido más de tres meses cerrada por la masiva presencia de bacterias contaminantes que pueden provocar enfermedades? Ninguna”, ha expresado Cande Padilla, vicepresidenta de la organización.
Es por ello que exigen que se depuren responsabilidades ante un problema “que viene de muy atrás”, que afecta a “la salud, la economía y el bienestar” de los vecinos, y del que aún “ni siquiera se ha encontrado un diagnóstico”.
Desde la plataforma han explicado que han tenido acceso a muchos de los documentos y análisis realizados por diferentes organismos y empresas en los que se muestran deficiencias en el servicio de depuración de aguas de la zona desde hace más de 15 años y que han llegado a presentar niveles de contaminación 48 veces superiores a lo permitido.
Entre las posibles causas está la rotura de un emisario submarino que vierte las aguas fecales al mar -opción que han descartado Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Puerto de la Cruz-; un fenómeno que se repite por toda la costa de Tenerife, o la saturación de la depuradora comarcal.
Culpar a los vecinos
Sin embargo, los vecinos critican que desde varias administraciones se les ha intentado señalar a ellos como los culpables cuando en realidad son “las víctimas”, ha indicado la presidenta de la plataforma, Tania Hernández.
“Los hechos constatados por documentos oficiales que ha estudiado esta plataforma son claros y contundentes. Además, corroboran que los errores cometidos por las diferentes administraciones competentes han puesto en grave peligro la salud de miles de personas, no solo de los vecinos del entorno de Playa Jardín, sino de los visitantes que han acudido a esta zona de baño”, ha señalado Hernández.
Entre las consecuencias directas que esta situación ha tenido sobre la población local se encuentran episodios de vómitos y diarrea, así como afecciones a la piel, pero también despidos en los comercios de la zona, entre los que destacan el caso de una empresa que ha tenido que echar a siete de sus empleados.
Por todo ello, desde la plataforma han pedido que se mejore la red de saneamiento, que se depuren responsabilidades en las diferentes instituciones y autoridades públicas, y que se deje de señalar a los vecinos como responsables de un problema que lleva más de una década afectando a la zona.