Ya lo avisó hace pocas semanas la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila: “Declaramos la guerra a los incendiarios”. Y, por ahora, parece que las investigaciones avanzan contra estos pirómanos y ya ponen en el foco al causante del gran incendio que se inició en la noche del 15 de agosto del verano pasado.
Así, según ha expresa Dávila a Atlántico Hoy, los investigadores creen que están “pisando los talones y cercando a quien está detrás del incendio de Arafo” y que podría tener conocimiento de los equipos de trabajo o de la propia administración.
Asimismo, ha confirmado que la guerra contra los pirómanos sigue su curso y que han conseguido detener, entre todos los equipos, a cuatro personas que, presuntamente, estarían detrás de varios incendios provocados en la zona de Vilaflor, San Miguel y La Esperanza.
Conocen los operativos
Sobre el perfil de los detenidos y del sospechoso del fuego de Arafo y Candelaria, la presidenta insular reconoce que “hay algunos que sí, que nos conocen muy bien por dentro, conocen nuestros cambios de turno, conocen quiénes somos, quién está al frente de cada refuerzo, de cada brigada y -resalta- probablemente quien metió fuego a Arafo nos conocía muy bien y conocía muy bien esta casa por dentro”.
“Lo que hay aquí, sobre todo, es mucho trabajo de investigación que realiza la Guardia Civil, la Policía Nacional y también nuestras unidades especiales de brigadas forestales”, pone en valor la presidenta. “Al final son una especie de CSI de los incendios, que son capaces de levantar un perfil, de quién pudo estar detrás, de ver si el inicio tuvo un acelerador o cuál es el mecanismo por el que provocó el incendio. Todas esas cosas que al final son fundamentales para poder determinar quién es la persona que está detrás”, agrega.
Por ello, gracias a las investigaciones se ha conseguido, “no solamente que ahora mismo esté entre rejas un par de incendiarios, sino abrir procesos judiciales muy importantes que yo creo que tranquilizan también a la población y que desde luego disuaden, igual que ese acuerdo que hemos firmado con el ejército, que es un elemento más de vigilancia y disuasión.