Las Organizaciones Profesionales Agrarias formadas por ASAGA Canarias, COAG Canarias, UPA y PALCA han expresado este martes "su indignación por las alarmantes pérdidas" de agua detectadas en conducciones públicas de abasto de Tenerife.
Por ello, demandan a las administraciones competentes, como es el Cabildo de Tenerife, Consejo Insular de Aguas y ayuntamientos, la urgencia de aumentar las inspecciones, así como mejorar el estado de mantenimiento y conservación de la red de abastecimiento a la población con el objeto de evitar más perjuicios a los agricultores, según informan en un comunicado.
Intolerable
El sector agrario considera “intolerable” que con el establecimiento de la declaración de emergencia hídrica en Tenerife, oficial desde el pasado 29 de mayo, se anuncien recortes de suministro a la agricultura mientras "se despilfarra" este recurso por no detectar obstrucciones o fugas en las redes de distribución, debido al acusado deterioro de las instalaciones hidráulicas de la isla.
A este contexto de carencia se suman los "reiterados incumplimientos" de Balten (Balsas de Tenerife) en las entregas de agua de riego, cuya calidad, denuncian, ha desmejorado de manera significativa en el último año debido a la elevada concentración de sales, que hacen el suministro prácticamente inviable para su uso en los cultivos en determinados puntos de la isla.
Subida del precio de las tarifas de Balten
Los productores critican además que, con este panorama, la declaración de emergencia hídrica contemple entre sus medidas una subida del precio de las tarifas de Balten justificando esta decisión en la necesidad de actualizar sus costes.
“De llevarse a cabo este incremento supondría una estocada de muerte para la agricultura y la ganadería”, alertan en el comunicado, en el que el sector agrario lamenta que se les acuse de despilfarrar agua y se apunte a cultivos como el plátano o el aguacate de un consumo excesivo cuando históricamente, a iniciativa de los agricultores, se construyeron galerías que actualmente aportan el 75% del suministro de agua a la isla.
Sobriedad y austeridad
De hecho, el texto del Plan Hidrológico de Tenerife reconoce “la sobriedad, austeridad y eficacia en la gestión privada del agua mediante las comunidades de agua”, lo que demuestra la voluntad de que no se pierda una sola gota en las instalaciones que controlan, destacan las organizaciones.
"Mientras se cierran o malviven explotaciones agrarias por insuficiente dotación de agua en cantidad y calidad, otros sectores económicos permanecen ajenos a esta situación", aseguran, motivo por el que las organizaciones profesionales agrarias también exigen el cumplimiento estricto de la Ley de Aguas de Canarias.
Según detallan, el artículo 36 de esta norma establece un orden en el uso de este recurso obligando a abastecer primero a la población, y en segundo lugar, a la agricultura, mientras que en tercer y cuarto quedan el turismo, la industria y el ocio.