La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife investigará al obispo de la isla, Bernardo Álvarez, por las declaraciones emitidas en un programa de la Televisión Canaria donde calificaba la homosexualidad como un "pecado mortal", equiparándola con el alcoholismo. Según ha informado el fiscal superior de Canarias, Luis del Río, en la Cadena Ser, la fiscalía estudiará si tales declaraciones pueden constituir un delito de odio por parte del obispo.
El representante de la Diósecis Nivariensis ya pidió perdón por estas declaraciones y añadió que no estuvo acertado y que su intención no era la de "fomentar la discriminación, ni comparar la homosexualidad con el alcoholismo ni con cualquier otra realidad". Álvarez había comparado a las personas homosexuales con los acoholicos que cuando beben "hacen cualquier disparate" y se justifican diciendo que han bebido. Estas declaraciones han generado gran malestar con el obispo y en la isla ya se ha abierto una petición en la página change.org para pedir la dimisión del religioso.