El verano de 2022 ha sido la época donde se han disparado y hecho virales numerosos atentados medioambientales en Canarias, y a raíz de ahí ha surgido el debate social sobre urgentes soluciones que deberían darse para evitar este tipo de situaciones que perjudican al entorno natural de las islas.
Según confirmaban desde el Cabildo de Tenerife el pasado mes de noviembre a este medio, el 50% de los turistas que han cometido algún atentado ambiental en la isla paga las sanciones al momento. A nivel Canarias, en medio de la búsqueda de soluciones, personas expertas en el medio como el ambientólogo Adrián Flores explica a Atlántico Hoy que podrían darse muchas soluciones como aumentar la vigilancia, brindar información desde la llegada del turista o acortar el tiempo para el pago de las sanciones.
Pagar al momento, una posible solución
Según los datos facilitados a este medio por el Cabildo, la mitad de esas multas puestas por hacer algún tipo de atentando ambiental en la isla se pagan al momento, mientras que el otro 50% quedan bajo la ejecución del Consorcio de Tributos. ''La multa puede tener unos plazos de ejecución, como cualquier otra sanción. No es competencia de la institución'', recuerdan.
Adrián Flores considera que. en cuanto a las sanciones, se deberían tomar medidas más fuertes para evitar que esas multas no se paguen. "En el Parque Nacional del Teide solo hay 4 vigilantes para 190 hectáreas. Se me ocurren países de los que no puedes salir sin pagar una multa. Aumentar la vigilancia, entregar algún folleto en el aeropuerto que explique qué se puede hacer y qué no se puede en nuestros espacios, así como que el periodo para abonar dicha multa sea de pocos días, son algunas de las tantas soluciones que se pueden dar. Aunque no solo los turistas, la gente de aquí también realiza este tipo de actos, aunque la consejera del área en el Cabildo ya ha confirmado que cerca del 90% los realiza gente de fuera", asegura.
Verano de infracciones en Canarias
Atlántico Hoy se hacía eco a comienzos de verano que Canarias se estaba enfrentando a diferentes infracciones ambientales en varias islas, una situación que generó un gran revuelo en las redes sociales, donde personas anónimas y ambientólogos continúan denunciando una situación que califican como ‘’muy grave’’ y que atenta contra el entorno y el paisaje del Archipiélago.
Entre ellas, el baño de varios turistas en los Jameos del Agua (Lanzarote), el acceso de algunas personas al conocido como Charco Verde, en la zona de El Golfo, también en Lanzarote, así como los jóvenes que entraron al volcán de Calderón Hondo, en la isla de Fuerteventura.
En Tenerife también se dieron algunos de estos casos como la grabación de un anuncio por parte de una conocida marca de calzado deportivo en la Reserva Natural Especial del Chinyero, por donde también circuló en otra ocasión con bicicleta el piloto Carlos Checa, de igual forma que la apilación de piedras en el Monumento Natural de Montaña Amarilla en San Miguel de Abona, o el concierto del cantante Justin Quiles en la playa de La Tejita, que es una Zona de Especial Conservación.
Hace algunas semanas se produjeron otros atentados ambientales como el destrozo de la palmera inclinada de Masdache, en Lanzarote, que apareció talada en el suelo el pasado 31 de octubre, así como un turista que grabó sus iniciales en las dunas del Barranco de los Enamorados, en Fuerteventura, un espacio declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Las instituciones han recordado que este tipo de acciones, en acuerdo a la Ley 4/2017 del Suelo y de los Espacios Protegidos de Canarias, son infracciones muy graves que se pueden sancionar con multas de 6.000 a 600.000 euros.