Desde este jueves, 24 de octubre, hasta el 27 (domingo), se celebra la XXI edición del Salón Internacional del Cómic y la Ilustración de Tenerife. Un evento en el que Santa Cruz de Tenerife, como expresó el alcalde, José Manuel Bermúdez, en la presentación, volverá a convertirse en la capital del cómic durante cuatro días, con la visita de grandes artistas nacionales que participarán en charlas y sesiones de firmas, concurso de Cosplay y hasta una gala K-pop.
Al frente un año más de este cada vez más grande proyecto está Lucas Morales, quien ha abierto el mundo del salón, y de los cómics en general, a toda Canarias y durante todo el año, por lo que cada aña el reto es mayor y más exigente que hasta a veces “te dan ganas de tirar la toalla”, como ha trasladado en una entrevista concedida a Atlántico Hoy, aunque siempre motivado en cada edición.
Pregunta: ¿Cuáles son las novedades principales del XXI Salón?
Respuesta: Una de las cosas más importantes es que este año repetimos la participación con eventos en el Teatro Guimerá. El año pasado fue la primera vez que lo hicimos y este año va a ser el último por el cierre del teatro por la reforma. Son dos grandes eventos, el concurso de Cosplay y el concurso de K-pop, que tiene todas las entradas retiradas. La otra novedad, aunque no es una novedad como tal, es que el Salón sigue sin sala, pues siempre habíamos estado en el espacio La Recova, y lo que hemos hecho es ocupar toda la ciudad, toda la sala de exposiciones que han sido posibles y en las que nos han permitido estar. Esta semana inauguramos una exposición en el Palacio de Carta, que es la primera vez que lo llevamos allí.
P: ¿A cuántas salas de la ciudad está llegando y va a llegar el Salón?
R: Si contamos todas las salas que tenemos en todo Archipiélago, porque no son solo de Santa Cruz, son más de 15 salas las que vamos a usar. Y una vez que termine el salón, con respecto a exposiciones, estamos hablando de que son más de 40. Es el Salón en el que más exposiciones hemos hecho y que vamos a tener abiertas al mismo tiempo en toda la ciudad.
P: ¿Cómo se complementa la celebración del Salón, como tal, con el resto de las actividades relacionadas con él durante el año?
R: El Salón está todo el año porque la Fundación tiene actividad todo el año en todo el Archipiélago. Y este año, además del Salón del Cómic, inauguramos en La Laguna un gran salón centrado en el manga, que se celebró en abril. El año que viene también se va a volver a celebrar y sí, evidentemente, y lo que es esta edición del Salón, estamos hablando de que ha sido prácticamente un mes y medio de Salón. Hemos abierto también el salón a lugares como la Universidad de La Laguna, que ya lo habíamos hecho en ocasiones anteriores, también en sitios como Granadilla, que es de nueva creación y que se ha vinculado al Salón del Cómic. La idea que tiene la Fundación es generar una actividad que dure todo el año sin parar, dentro de lo que es la circunscripción de Canarias.
P: ¿Cuáles son las visitas claves de autores en esta edición?
R: El más importante de los que asisten, que todos lo son, pero a nivel nacional tenemos a Max, que fue la primera persona en ganar el Premio Nacional del Cómic, tenemos una exposición de originales en el Museo de Bellas Artes en Santa Cruz de Tenerife, tenemos una exposición de originales dedicada a Max, traemos a Laura Pérez Vernetti, que es una de las autoras más importantes de España, además precursora de un género de cómic que se llama la poesía gráfica. Tenemos a Gustavo Rico, a Juan Álvarez... A un montón de autores de fuera que se ponen en una posibilidad de que personas que nunca han estado con estos autores en directo los puedan conocer.
P: ¿Cómo llevas los procesos creativos para organizar cada año un Salón del Cómic novedoso?
R: Es muy buena pregunta, porque es normal que cuando una persona lleva mucho tiempo en una misma estructura o en una organización, hace un trabajo que, aunque es diferente, es repetitivo. Yo siempre recalco que lo que perdura es la fotografía una vez que termina el evento: fotos, ese vídeo, ese recuerdo, pero hay tanto trabajo detrás que, a veces, cuando uno está en medio de esto, recordar que el año que viene tienes que hacer lo mismo te dan ganas de tirar la toalla.
P: ¿Y qué es lo que te hace retirar ese pensamiento?
R: Yo creo que el principal punto fuerte que tiene esto es la posibilidad, no de conocer a gente que admiras, porque a muchos autores los conoces cuando llegan por primera vez, sino de establecer lazos con ellos. Te das cuenta de que cuando uno está metido en un círculo es muy fácil viciarse, no darse cuenta de la dimensión que tiene un evento que genera. Cuando nos vamos fuera de Canarias o visitamos otras islas la gente tiene el Salón del Cómic de Tenerife como un referente por la cantidad de actividades que se hacen. Valora mucho una cosa que para nosotros es natural, pero que hemos conseguido con el trabajo con el paso de los años, que es vincular a tantas instituciones públicas al mundo del cómic. Tener esa visión externa muchas veces de lo que ocurre, que siempre hay algún verso suelto, pero tener esas voces que te apoyan y que admiran el trabajo que haces es una forma también de que te den ganas de continuar.
P: Y para continuar creando novedades, ¿cómo te inspiras después de tantos años?
R: Es fundamental también visitar otros eventos y ver qué es lo que se hace en otros sitios, aunque sean eventos completamente distintos, como el Salón del Motor o de gastronomía, lo que sea; porque se te van ocurriendo ideas, vas generando sinergias y ofreces actividades nuevas. Ir abriendo la puerta a nuevas ideas, a un nuevo tipo de eventos, a nuevas sensibilidades, lo que permite es que el evento de Santa Cruz se vaya reinventando.
El test del cómic
P: ¿Cuál es tu cómic favorito?
R: Uno que se llama Píldoras azules, de Freddy Peters. Es autobiográfico y cuenta la relación de un dibujante con una chica que tiene SIDA, tiene un hijo y cómo ellos dos conviven para llevar una relación normal. Es muy europeo, muy intimista, muy personal. Es un cómic de unas 150 páginas más o menos.
P: ¿Cuál es el último cómic que te has leído?
R: Pues me lo leí hace dos días y es una adaptación del libro La carretera (The Road), que tiene una película con Vigo Mortensen. La línea es muy dura, muy gráfico, que te cuenta la historia, además del libro, te lo cuenta a través del color. O sea, durante todo el tiempo que están pasando las cosas son líneas en blanco y negro con mucha trama de puntillismo y demás y, cuando pasan cosas puntuales, las cosas más horrorosas o las mejores cosas que van descubriendo, hace uso del color. En la película era un mundo en blanco y negro, porque era como que había explotado un volcán y estaba todo cubierto de cenizas.
P: ¿Hay algún cómic que no has leído y te gustaría leer?
R: En la Fundación tengo esa sensación constantemente, porque hay miles de cómics allí. Hay una cosa que sí me gustaría leerme, que es una tontería porque no es ni siquiera un cómic. Nos llegó hace un par de años una donación súper grande de cómics de Marvel a la Fundación y lo que realmente tengo ganas de leerme es toda la etapa de los X-Men que escribió Chris Claremont, que es uno de los guionistas más importantes, porque los reinventó. Lo tenemos ahí entero y es una de las cosas que quiero hacer cuando tenga tiempo, si algún día lo tengo. Son como 200 números de grapa, como 8.000 páginas.
P: ¿Te gustaría escribir o dibujar un cómic?
R: A ver, yo sé que tú no te lo vas a creer, pero yo tengo un cómic, porque yo antes de estudiar Periodismo hice Ilustración en la Escuela de Arte y cuando estudié la carrera de Periodismo una de las cosas que pusimos en marcha en una revista fue hacer un webcomic que tenía como unas 40 páginas. Cuando empecé a trabajar en la Fundación, Paco Pomares lo vio, le gustó y lo publicamos libro.