Varapalo de los tribunales a la compañía constructora Gran Leylan SL y a su administrador. El Juzgado Mercantil número 2 de Santa Cruz ha sentenciado que es culpable el concurso de acreedores necesario, decretado por dicha instancia en 2022.
La persona afectada por la calificación es el fundador y administrador único Ibrahim Al Ali Seida, quien ha llevado las riendas del negocio desde el comienzo hasta el desastre final. El juzgado le inhabilita para administrar bienes ajenos y representar a cualquier persona durante un periodo de cinco años.
Asimismo, pierde los derechos que pudiera tener como acreedor concursal o contra la masa. Además, se le condena a la cobertura del déficit existente. Por último, el empresario y Gran Leylan habrán de abonar las costas del proceso. Contra esta resolución cabe elevar recurso de apelación.
Impagos y demandas
Gran Leylan comenzó sus actividades en 2013, para abordar la construcción de casas y reformas. En sus mejores tiempos facturó 1,5 millones, con treinta empleados en plantilla.
En 2021 comenzaron los impagos. El siguiente año el juzgado decretó el concurso necesario. La jurisdicción laboral ha tramitado desde entonces una veintena de demandas de los trabajadores.
Sus últimas oficinas conocidas estaban fijadas en avenida Marítima número 31, de Candelaria.