El Cabildo de Tenerife y la empresa Energías Ecológicas de Tenerife, participada por Iberdrola e Inversiones Financieras de la Isla de Tenerife, han firmado un nuevo contrato de operación y mantenimiento de la Subestación Abona 66 kV. Es la misma infraestructura a la que están conectados los parques eólicos Areté y La Roca, del Instituto Tecnológico de Energías Renovables, y cuya parada de generación eléctrica en 2022 ha provocado un cruce de acusaciones entre ambas partes por la responsabilidad de la misma.
En agosto de 2022, los parques eólicos dejaron de verter energía a la red después de varias semanas de fallos. Tanto Areté y La Roca como el parque eólico Complejo Ambiental de Arico, los tres del ITER, así como el parque eólico Chimiche II, de Energías Ecológicas de Tenerife, están conectados a la subestación anteriormente mencionada. Para el Cabildo de Tenerife la falta de mantenimiento de la subestación es la causante de las paradas mientras que para la empresa es la falta de mantenimiento de las infraestructuras del ITER.
Acuerdo de estabilidad
Pese a este tira y afloja de responsabilidades, ambas partes han firmado un nuevo acuerdo por el cual Energías Ecológicas de Tenerife realizará la operación y mantenimiento durante los próximos cinco años de los “elementos privativos del ITER” en la subestación.
Así lo ha informado Iberdrola a través de un comunicado que añade que este contrato persigue “asegurar el buen funcionamiento de esta subestación en el futuro garantizando así la correcta operación de los parques y la estabilidad de la red”.
Consecuencias legales
El acuerdo llega una vez que los parques ya están en funcionamiento, pero tras varios meses sin generar electricidad. El pasado viernes 28 de abril, el pleno del Cabildo de Tenerife aprobó una moción que instaba a iniciar las acciones legales oportunas para reclamar las pérdidas ocasionadas por esta paralización. Desde Coalición Canaria aseguran que las pérdidas que ha sufrido el Cabildo de Tenerife superan los 8 millones de euros.