Porto Santo es una minúscula isla portuguesa situada al noreste de Madeira. Tiene poco más de 40 kilómetros cuadrados y, de norte a sur, mide 5,5 kilómetros. La única pista de su aeropuerto, mide 3,3. En este recóndito peñasco en medio del atlántico tuvo que aterrizar forzosamente el vuelo de Ryanair que cubre la ruta entre Mánchester y Tenerife Sur para hacer bajar a un pasajero borracho y a un reducido grupo de viajeros con los que se peleó para que fuesen detenidos por la policía portuguesa.
El incidente tuvo lugar el pasado domingo, según relata el periódico digital británico Manchester Evening News. Según este medio, los pasajeros cuentan que el piloto de la aeronave avisó desde el momento del embarque que no tendría problemas en desviar el vuelo si cualquier pasajero era sorprendido bebiendo su propio alcohol o fumando en los baños, por lo que creen que la tripulación ya era consciente antes de despegar de las condiciones en las que viajaba esta persona.
El pasajero se orinó y empezó una pelea
El viajero no paraba insultar a los demás y de levantarse de su asiento pese a las indicaciones por parte de los empleados de Ryanair para que se sentase. En un momento, decidió ir al baño y, ante la negativa de la tripulación a dejarle ir hasta que no se calmase, se acercó a un asiento libre y orinó sobre él. Entonces, el piloto de la aeronave avisó de que tendría que desviar el vuelo. Una fuerte discusión se desató entre el pasaje, que trató de hacer entrar en razón a este viajero, al que describen como "completamente ido".
El pasajero borracho espetó a los viajeros: "¿A dónde vamos a ir? No vamos a ir a ninguna parte?" y fue entonces cuando el piloto, según relatan a Manchester Evening News otros pasajeros, anunció que estaban descendiendo para aterrizar en Porto Santo. En ese momento se desató una pelea en el avión. "Caos absoluto... Puñetazos volando por todas partes", describe en sus redes sociales Dafydd Lewis, uno de los pasajeros a bordo.
Seis detenidos y un traslado en ambulancia
El avión aterrizó en Porto Santo sin complicaciones. En la pista, según relatan medios locales, esperaban agentes de la Policía de Seguridad Pública portuguesa, el Servicio de Extranjeros y Fronteras y una ambulancia. Uno de los pasajeros necesitó atención médica y fue trasladado al centro de salud local.
Un grupo de seis pasajeros fue detenido antes de que la aeronave volviese a despegar, continuando su viaje hasta Tenerife sin más incidentes.