La tormenta -o ciclón- tropical Hermine pasó por Canarias arreciando con intensidad y, aunque fue menos de lo previsible, las lluvias y los vientos causaron estragos en distintos puntos de las islas y dejando sin electricidad a muchos vecinos.
En el caso de Tenerife, con la luz ya recuperada desde el lunes, muchos fueron las localidades que vieron cómo perdían la electricidad en sus hogares con lo que ello significa. Barrio Nuevo, en Santa Cruz, o Radazul, en El Rosario, fueron solo dos ejemplos de mucho donde la luz brilló por su ausencia, generando incertidumbre y problemas a sus vecinos, sobre todo por su necesidad de sentirse bien informados por parte de Endesa.
Problemas en Barrio Nuevo
“Nos quedamos sin suministro eléctrico desde las 12 del mediodía del domingo hasta el lunes a las 9. 30 horas”, explica desde el barrio santacrucero Jacobo Simancas que, no obstante, da “gracias a Dios” de que el temporal “no fue para tanto”.
Simancas, que ya ha denunciado en numerosas ocasiones el mal estado del barrio, volvió a resignarse y dijo que se están “abandonados”. Así, critica que conociendo los problemas del pasado con cortes en la riada de Santa Cruz, la tormenta Delta o los ceros energéticos “no hemos aprendido, no han hecho nada”.
Horas concretas, información incorrecta
Jacobo señala que durante las 31 horas sin electricidad había gente que estaba enchufada con máquinas de oxígeno o con diálisis en el domicilio, pero resalta lo que más le frustraba. “Decían que se iba a establecer a las 16.50, luego a las 17.30, luego a las 23h, luego durante toda la noche del domingo, después por la mañana… Estaban dando horas concretas de que se iba a restablecer el suministro y no era así”.
En este sentido, entendiendo el apagón por las circunstancias, confiesa que si Endesa le hubiese dado “alguna certeza” sobre los tiempos reales, se adaptaba sobre el horario. “Si llego a saber que no me la establecen, pues me puedo ir a casa de mis padres, cojo a mis animales y me los llevo. No me vengas con esa actitud”, critica sobre las respuestas que recibía.
Mejoras para el barrio
“Sé que Barrio Nuevo fue de autoconstrucción, pero estamos en el siglo XXI y ha habido tiempo para que una empresa como Endesa, con no sé cuántos miles de millones de beneficios al año, tenga un plan B, expone Jacobo. “Me subes la luz y después no me das el servicio y no me vas a indemnizar toda la comida que yo tiré”, agrega.
Se refiere al tema de la comida porque afirma que tuvo que tirar todo lo de la nevera y cuando decidió reclamar a Endesa le responden, según sus palabras, que le niegan que sean responsable de la situación. “¿Y entonces a quien le voy a reclamar? Estoy llamando para la réplica y no me lo cogen y el otro día me tuvieron 15 minutos en espera y así se me gasto el teléfono”, comenta. Port último, Jacobo explica que, a día de hoy, hasta que “arreglen la avería” han movilizado un motor “que está en el barranco y que hace un ruido que te puedes morir, descomunal, y con eso nos están alimentando. Un generador enorme”.
Más quejas sobre le servicio
Por su parte, Jose, vecino de Radazul, también se mostró muy enfadado con el servicio telefónico que recibió por parte de Endesa, aunque una de sus principales críticas es, paradójicamente, que no habló con nadie de la empresa, pues los servicios de comunicación e información con el ciudadano son externos a la empresa.
Jose, que a diferencia de Jacobo no tuvo mayores problemas con la comida “y lo del congelador lo cocinamos para no perderlo”, relata también su molesto periplo para conocer la situación de su localidad, en general, y de su vivienda, en particular. “Me cuentan que, efectivamente, ha habido un corte y que en dos horas como mucho se restablece el servicio”, explica sobre su primer intento de información veraz a las 12h del domingo tras verse sin electricidad desde las 5 de la mañana.
Llamadas vacías
Posteriormente, vuelve a llamar a las 15h “y que el suministro regresara un poco más tarde”, también lo hace a las 17h y a las 19.30, cuando le trasladan que le entienden y que estaban trabajando. Que a las 21.30 tendría luz y que no se preocupe. “Mire, no me preocupo, pero no he podido almorzar, no he podido ducharme, porque tengo todo eléctrico y no he podido hacer nada”, recuerda que le respondió en la tarde noche del domingo. “A las 00h aún no teníamos la luz y tuvimos que ir al coche a cargar los móviles para estar conectados por lo que pudiera pasar”, indica. A la mañana siguiente -lunes-, Jose y su familia, ante la todavía ausencia de luz en su casa y tras un nuevo intento de conseguir información fiable por teléfono, deciden ir a desayunar fuera y es cuando regresan, sobre las 11h, que se encuentran con que la luz había vuelto. Sin embargo, “a las 12.30 se volvió a ir”.
Es en esta llamada, cansado de hablar en cada comunicacióln con personas diferentes y de distintas nacionalidades, por la que “ya no sabes con quién hablas ni desde dónde te atienden”. Le confirman que las llamadas se gestionan desde Madrid, a la vez que les reconocen que ha sido más grave de lo que pensaban. “Me lo dice un señor que no trabaja para Endesa, ni ninguna compañía de electricidad y, para mas inri, no es capaz de decirme absolutamente nada en relación a mi compañía distribuidora de electricidad”, comparte Jose enfadado.
Falta de respeto
El colmo para este vecino de Radazul y la llama que termina de prender su indignación es cuando una siguiente interlocutora les pregunta si ha pagado la factura. ”Me parece una falta de respeto. ¿Se creen que soy tan tonto o idiota para llamar a tantas personas y tantas veces si no pago una factura? Estoy pagando 100 euros cada mes de electricidad”, comparte Jose las palabras que trasladó a la receptora.
Además, espeta que no le quería dar un numero directo de Endesa para hablar con la empresa, “que lo buscase en las facturas cunado en la política de Endesa en temas de ahorro pone que no hay facturas en papel” y que lo buscara en la cuenta. “Para quitármelo de encima le voy a dar el número”, trascribe en palabras literalmente lo que afirma que le reprochó la empleada”. “Me da un 800... Que resulta que es el primer teléfono al que llamé”, sentencia aún más indignado antes de confirmar que ya a las 20.30 se había recuperado la electricidad con normalidad. “Lo importante de todo esto para mí eran unas gotas que tengo que echarme todos los días en mis ojos por unos problemas de salud, que tienen que estar frías. Imagina gente con diálisis”, finaliza más calmado.
Más de 15.000 llamadas a Endesa
Según ha confirmado Endesa, el teléfono del Centro de Atención Telefónica de Endesa (CAT) ha atendido desde el pasado sábado, 24 de septiembre, hasta este martes, 15.519 llamadas de usuarios como consecuencia de los efectos provocados por el fenómeno meteorológico Hermine. A estas llamadas se suman más de un centenar registradas en el centro Coordinador de Información Técnica (CIT), el teléfono habilitado para atender las incidencias detectadas por las administraciones públicas. Estas llamadas de los usuarios atendían no sólo a cortes en el suministro sino también a la detección de cortocircuitos, cables descolgados de manera peligrosa, derrumbes en los que se veían afectados material eléctrico, etcétera.
Ante esa avalancha de llamadas, Endesa, ha podido conocer Atlántico Hoy, recuerda que su servicio de reclamaciones está abierta 24 horas, pero que la situación de caídas eléctricas hasta el lunes se debieron a causas extremas como lo es un ciclón y que desde el primer momento se pudieron en marcha y ya solo les quedan Gran Canaria para recuperar la electricidad y que llegará a lo largo de este jueves.