"Te dejo con mi hija, que tengo que irme corriendo a por unos caballos". Es la carta de presentación de Kiko, dueño del centro de hípica Los Caireles, en La Esperanza, que lleva desde este miércoles yendo y viniendo para rescatar ganado de las fincas en la zona afectada por el incendio en Tenerife, que comenzó entre Arafo y Candelaria pero se ha expandido peligrosa y descontroladamente por seis municipios de la isla, incluso por el norte de la misma.
Los Caireles es uno de los centros que están prestando su ayuda desinteresada a los ganaderos de la zona. "Nos ha llamado muchísima gente", cuenta Gara, la hija de Kiko, a Atlántico Hoy. Ella y su padre tienen un remolque que arrastran con su Nissan Navara, una potente pick up todoterreno. El convoy les ha permitido trasladar decenas de caballos, vacas, cabras y demás cabezas de ganado en estos dos días.
Orden de prioridad
"Estamos atendiendo por orden de prioridad: primero a las personas que tienen las fincas más cerca de las llamas", explica Gara. Este miércoles, cuenta, una mujer les llamó desde Candelaria para ir a por sus animales, pero tuvieron que declinar la ayuda ya que el fuego aún no había llegado a su zona y ellos tenían que sacar ganado con urgencia de otra finca.
La mujer consiguió otro traslado con voluntarios de Candelaria. Kiko y Gara no son los únicos "héroes civiles" que están ayudando con las evacuaciones. Sólo en La Esperanza, donde ellos operan, conocen a más vecinos que se han metido en la boca del lobo con sus todoterrenos sólo para ir a sacar a los animales encerrados en las fincas.
"Una locura"
"Esto es una locura", dice Gara a Atlántico Hoy, añadiendo: "Si cuelgo de repente es porque me he tenido que ir corriendo a algún rescate". Nara y su padre han pasado la noche inquietos, con los teléfonos encendidos por si entraba alguna llamada de urgencia.
Kiko y Gara han difundido en todos los foros y redes que han podido sus teléfonos para atender llamadas en los números 622 358 021 y 722 705 936.