La deficiencia del sistema sanitario en Canarias es un mal convertido en endémico por la poca adaptación del servicio al imparable crecimiento de la población en el Archipiélago, lo que lleva tiempo provocando la saturación de la Atención Primaria por la falta de profesionales y acrecentando de manera muy preocupante las listas de espera.
En el ámbito insular, Tenerife tiene desde 1971 dos hospitales situados apenas a unos kilómetros de distancia, en el área metropolitana. El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria recibe a los pacientes de Santa Cruz y el sur de la isla, mientras que el Hospital Universitario de Canarias (HUC) acoge a los de La Laguna y el norte.
La distancia que los usuarios debían recorrer, agravada por las colas en las autopistas -otro problema perenne de la isla-, y el ya mencionado aumento poblacional -según el ISTAC, en 20 años (de 2001 a 2021) somos casi 400.000 personas más, un crecimiento del 21,9%- hicieron necesaria la creación de infraestructuras sanitarias de relevancia en ambos puntos de Tenerife para poder ofrecer una mejor atención a los enfermos.
Mal llamados hospitales
De esta manera, en 2012 y 2015 se inauguraron el Hospital del Norte, en Icod de los Vinos, y el Hospital del Sur en El Mojón (Arona), respectivamente, tras una serie de retrasos que dilataron la espera hasta 20 años en el caso del Hospital del Sur, cuyo proyecto fue anunciado bajo la presidencia de Román Rodríguez allá por 1999.
Fue en aquel momento cuando los responsables públicos tanto del cabildo como del Gobierno de Canarias cometieron el error de llamar hospital a lo que eran básicamente Centros de Atención Especializada (CAE), si bien es cierto que la intención inicial era que terminara ofreciendo un servicio hospitalario completo pasando de su actual nivel dos al nivel tres, el que tienen La Candelaria y el HUC.
El catedrático de Cirugía y jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del HUC, Antonio Alarcó, lo tiene claro y así se lo traslada a Atlántico Hoy: “No existen el Hospital del Sur y el del Norte”.
Unos servicios determinados
Para el médico “nunca han sido hospitales” porque esa definición viene acompañada de una cartera de servicios determinada y “no es caprichosa”. Alarcó los denomina “centros sanitarios peculiares”.
Asegura que es necesario completarlos pero para poderlo llevar a cabo "hay que acreditar que se puede hacer, entre otras cosas paritorios, laboratorios, urgencias, oncología…” lo que lleva inevitablemente a un ejercicio importante de contratación. “¿Si no de dónde los sacas?”, se pregunta. "De La Candelaria y del HUC, y no se puede desvestir a un santo para vestir a otro”.
Por ello el cirujano considera “obligatorio” aumentar los horarios y las plantillas, porque “no es cuestión de decir que hay quirófanos. Si los hay necesitas anestesistas, auxiliares, camilleros, cirujanos, materiales, recuperación, normas y protocolos específicos de seguridad… Y esto pasa obligatoriamente por contratar a más gente y en estos momentos hay grandes dificultades”.
Quejas de usuarios en el norte
La falta de servicios como paritorios en el centro de Icod provocan situaciones como la acontecida hace un mes, cuando una embarazada se puso de parto en las instalaciones y tuvo que ser trasladada de urgencia al HUC. Las habituales retenciones en la TF-5 hicieron que los sanitarios tuvieran que asistir el nacimiento en el arcén de la autopista.
María explica a este medio que tiene cáncer y ha de salir para recibir tratamiento en el HUC “hasta dos horas antes algunos días” y acaba “derrotada”. Lamenta que “nos dijeron que íbamos a poder hacerlo todo aquí y al final no sirve para nada, para todo tenemos que ir al hospital -refiriéndose al HUC-”. Por su parte, Carlos cuenta que hace poco una familiar fue con un cuadro psicológico grave “y le dijeron que se fuera para su casa, que no estaban aceptando ingresos”.
También han sido recurrentes las quejas por la suciedad que se acumulaba en la zona de aparcamientos del centro e incluso el alcalde de Icod, Francis González, llegó a asegurar el pasado año que el parking estaba en “un estado lamentable”.
Con todo, el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, pidió en abril a Sanidad que saque “cuanto antes” a licitación la redacción del proyecto y ejecución de las obras de ampliación del Hospital del Norte “para equiparar estas instalaciones y sus servicios a los que ya se han anunciado para el Hospital del Sur”.
Obras paradas en el sur
El anuncio al que se refería Martín es el que había realizado poco días antes el titular del ramo, Blas Trujillo, por el que se construiría un nuevo edificio con una superficie total de 47.000 m2 que incluiría nuevos servicios como UCI de adultos y pediátrica, servicio de diálisis, hospital de día y la ampliación del área quirúrgica y de farmacia.
La pasada semana Atlántico Hoy se desplazó para ver el estado de las obras y se encontraban paradas y, como en el caso del parking del Hospital del Norte, la suciedad campaba a sus anchas por el edificio en construcción dando una inevitable sensación de abandono.
Además el tránsito de personal y usuarios era más bien escaso. Una sanitaria que prefiere no identificarse asegura “que están recortando personal y se está evitando hacer ingresos”. Incide también en que “de poco para acá” se ha visto reducido el número de pacientes que acuden al centro.
Una usuaria refuerza esa teoría. “Normal que la gente vaya directa a Santa Cruz si cada vez que viene alguien le dicen que se vaya para allá. Así se ahorran venir aquí primero para nada”. Con respecto al estado de las obras no sabe en qué punto se encuentran, aunque asegura que llevan paradas “un tiempillo”.
Colapso en Urgencias
Mientras tanto, los servicios de urgencias de los dos hospitales de la Isla se han visto al borde del colapso en repetidas ocasiones en los últimos tiempos.
En La Candelaria, pese a que en febrero se amplió en 25 plazas su capacidad en Urgencias, se siguen colocando camas en los pasillos para ubicar a los pacientes, eso en el mejor de los casos. Según comentó un médico del hospital a este medio en junio se han llegado a hacer exploraciones colorrectales "en medio del pasillo, sin cortina ni nada”.
El caso del HUC no es más alentador, pues como también informó este periódico una paciente pasó en una silla más de 48 horas con agudos dolores intestinales provocadas por una bacteria en el colón. Los episodios de enfermos colocados como se puede en los pasillos de Urgencias es una dinámica que se cuenta por años sin que se hallen soluciones.
Ante esto no es de extrañar que un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) sitúe a Canarias como una de las comunidades con peores servicios sanitarios.