Fundación Franz Weber pide que Canarias prohíba a los menores acudir de espectadores a las cacerías

Más de 77.000 personas se han sumado a la petición de la fundación para prohibir que los menores acudan a las cacerías

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La Fundación Franz Weber pide que se prohíba la asistencia a menores a las cacerías y que porten armas de fuego. / Gobierno de Canarias
La Fundación Franz Weber pide que se prohíba la asistencia a menores a las cacerías y que porten armas de fuego. / Gobierno de Canarias

La Fundación Franz Weber ha recogido más de 77.000 firmas en la que reclaman que Canarias debería prohibir la asistencia de los menores como espectadores a las cacerías y que tengan armas de fuego desde los 16 años. La entidad de defensa del medio ambiente ha informado este domingo en un comunicado que la situación es muy clara en España y en Canarias, donde los niños de cualquier edad pueden acompañar o participar como espectadores durante las cacerías, estando expuestos a idénticos riesgos que los adultos.

La integridad de los menores

En España según las estadísticas de la Guardia Civil, al menos 21 menores sufrieron lesiones o fallecieron durante las batidas en el periodo 2007-2020, afirma la Fundación Franz Weber. El hecho de que un niño de cuatro años fallezca en una cacería, como sucedió en Andalucía en 2019, es un ejemplo de las nefastas consecuencias y por ello los naturalistas entienden que la única posibilidad de prevenir esto es prohibiendo la participación de cualquier menor, porte o no armas, apuntando a la corresponsabilidad del Gobierno central, comunidades autónomas y familias en una reforma legislativa.

Además, han recordado que durante los últimos años el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha advertido acerca de la exposición a la violencia, recomendando intervenir desde los poderes públicos para evitar contextos de peligro.

Cambios urgentes

La fundación reclama cambios normativos urgentes para impedir que ningún menor "resulte lesionado como consecuencia del interés de padres, hermanos o abuelos de apuntalar un supuesto relevo generacional en la caza por encima de la integridad de los niños".

Con la temporada de caza en marcha y niños acompañando a adultos, los naturalistas insisten en denunciar que las administraciones públicas ignoran deliberadamente el consumo de bebidas alcohólicas que se da en estos contextos, y señalan que la única tasa aceptable mientras se portan armas debería ser cero. La fundación señala que la caza en estas condiciones es un peligro para la naturaleza, para la biodiversidad y para cualquier persona que participe en las batidas o que sea ajena a las mismas.

Así, pone como ejemplo las víctimas "causadas por escopeteros que afirman haberse confundido” al disparar. "Si un individuo es incapaz de reconocer a un jabalí, corzo o zorro con sus capacidades volitivas supuestamente adecuadas, estando bebido o drogado los riesgos se multiplican de manera exponencial", advierte la Fundación Franz Weber.

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