El presidente de FEPECO, la patronal de la construccion, Oscar Izquierdo mantiene su posición en defensa de la construcción del puerto de Fonsalía tras la aprobación en el Parlamento de Canarias de una Proposición no de Ley (PNL), que insta al Ejecutivo autónomo a descartar definitivamente el proyecto.
Izquierdo, en su reflexión semanal de los jueves, insiste en que la ciudadanía tiene que saber que "este tipo de iniciativa parlamentaria no tiene carácter vinculante para el Gobierno" y en muchos casos, se utiliza por los proponentes "sólo para buscar publicidad" a sus posicionamientos ideológicos, políticos o partidistas.
Según la patronal, el puerto de Fonsalía saldrá adelante "porque es una infraestructura imprescindible para la vertebración provincial", que proporcionará una movilidad marítima, segura, rápida y sostenible. La demanda ciudadana y los requerimientos del sistema productivo de Tenerife y de las tres Islas Verdes justificará su construcción, por encima de los "intereses ideológicos, sectarios o fundamentalistas, de los de siempre, esos noistas, que intentan por todos los medios, paralizar el progreso y desarrollo de Tenerife.
Intereses partidistas
Para Izquierdo, los partidos se han retratado en la votación parlamentaria. "Nueva Canarias, sigue con su política de escachar a Tenerife, para enaltecer a Gran Canaria, donde tiene su caladero de votos. El Partido Popular, es el único que ha demostrado coherencia, seriedad e iniciativa para defender a Tenerife. El Grupo Parlamentario Socialista, ha votado en contra de lo que acuerda el propio Ejecutivo y el Cabildo de Tenerife, gobernados por ellos mismos y no ha esperado a los resultados de los estudios que se han encargado, demostrando descoordinación e indisciplina partidaria".
También considera que Coalición Canaria ha vuelto otra vez, "y ya son muchas", a dar la espalda a Tenerife, después de dejarla atascada, inmovilizada y colapsada tras treinta años de gobierno en la isla. Izquierdo cree que su negativa al puerto parece más una errática estrategia electoralista que un cambio intelectual hacia el ecologismo "que nadie se cree".
"Su nerviosismo e insistencia en pasar página sobre Fonsalía, puede deberse, al intento de evitar las posibles responsabilidades, en que pudiera haber incurrido, cuando estaban en el Gobierno, en cuanto a la tramitación administrativa y burocrática, sobre todo el expediente del caso", concluye.