Un error técnico de la empresa energética Iberdola ha provocado que dos parques eólicos de Tenerife hayan permanecido cuatro meses sin generar energía renovable. Se trata de los parques eólicos La Roca, de 16,8 megavatios (MW) y Areté de 18,4 MW operados por el Instituto de Tecnológico de Energías Renovables, una institución pública, sin embargo.
El pasado 8 de agosto una avería en la subestación eléctrica de Granadilla de Abona provocó que los parques eólicos anteriomente mencionados quedaran sin actividad, situación que continúa. Según la información emitida por el Cabildo de Tenerife en un comunicado, una vez se produjo el fallo, desde el ITER se comprobó si el fallo estaba en el funcionamiento de los 14 aerogeneradores (siete en cada parque).
Tres meses en silencio
"Una vez descartado cualquier problema imputable al ITER, se envió un peritaje a la subestación, que determinó que existen problemas técnicos ajenos al Instituto y que deben ser resueltos por el titular de la subestación", indica el comunicado. Tres meses después de que se produjera el fallo es cuando el Cabildo indica que "Iberdrola ha comunicado ya que de manera inmediata" se empezarán a hacer los trabajos para que "a la mayor brevedad" vuelvan a entrar en funcionamiento.
El Gobierno insular ha emitido el comunicado después de que esta cuestión llegara al pleno del Cabildo el pasado viernes de la mano del consejero de Coalición Canaria, Antolín Bueno. "Se viene denunciando desde julio la parada de los parques y ya desde agosto están parados totalmente", recordó Bueno tras cuestionarse de quién es la responsabilidad del mantenimiento de estos aerogeneradores, es decir, si es competencia del ITER o no.
Sucesivos problemas
La respuesta vino de la mano del consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga, quien indicó que el problema es que la energía que generan estos parques se vuelca en un subestación que es propiedad de Energías Ecológicas de Tenerife (propiedad de Iberdrola). "Ha habido una serie de deficiencias y de disparos en ese transformador que han hecho que sucesivamente haya habido problemas", ha informado Arriaga.
Según el consejero, "ahora están haciendo una revisión mucho mayor porque no puede ser que tenga esos continuos fallos" que están provocando que no se está volcando energía en la red. Tras señalar que los fallos han continuado produciéndose a lo largo de estos meses Arriaga incidió en que el Cabildo no tiene potestad a actuar dado que es responsabilidad de una empresa privada.
Una subestación sin mantenimiento
Una respuesta que no le valió al consejero de CC por la falta de una solución cuatro meses después del cero energético. No solo en relación al impacto financiero que supone para el ITER, que Bueno calcula de entre 2 y 3 millones de euros al mes, sino también por la incapacidad para generar energía renovable y la consecuente dependencia de los combustibles fósiles, que en las islas alcanza el 80% de la generación eléctrica.
"El problema está en una estación que no es del ITER", recalcó el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, después de que Bueno insitiera en la responsabilidad de la entidad pública. "Si no está bien ciudada y no está mantenida tenemos que hacerla responsable porque nosotros no podemos entrar en una instalación privada, que tiene que prestarnos unos servicios y que no lo está haciendo y que por lo tanto genera un quebranto en la actividad del ITER", añadió.
El incumplimiento por parte de Iberdrola ha llevado al Cabildo a "tomar las medidas oportunas que ya hemos denunciado donde corresponde", señaló Martín. Al día siguiente de la intervención, desde el cabildo emitieron un comunicado instando a Iberdrola a reparar "de inmediato" la subestación, pero la empresa todavía no ha emitido ninguna respuesta.