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Tenerife

Vuelve el drama de la línea 120 en Candelaria: usuarios en tierra porque no caben en la guagua

El arranque del curso escolar y el bono gratuito para transporte público a multiplicado tanto el número de usuarios que no todos caben en las guaguas

4 minutos

Línea de guagua de Titsa número 120 / CHINEITA19

Por segundo curso escolar consecutivo los problemas de aforo en las guaguas de servicio público de Titsa vuelven a la orden del día. Es el caso de la línea 120, que va desde Güimar a Santa Cruz, pasando por unas pocas paradas iniciales en el entorno del municipio y Candelaria, ante de afrontar la TF-1 directa hasta la capital.

En este contexto, con el inicio de las clases en colegios, institutos y universidad, los usuarios habituales de la ruta han visto por segundo año consecutivo que muchos se tienen que quedar en tierra, ya que las guaguas van llenas.

El curso escolar

“Lo que ocurre es que mientras en verano no hay problemas, cuando empiezan los colegios, universidad e institutos, en horas puntas las guaguas van completamente llenas y, cuando llega a Teror (municipio de Candelaria) la gente ya no cabe”, explica Rafael Cedrés, usuario de este servicio público durante 30 años, a Atlántico Hoy.

“El lunes, por ejemplo, se quedaron todos los usuarios tirados en las siguientes paradas. Incluso la siguiente guagua va llena y hay que gente que se queda sin ir a Santa Cruz y niños que no van a los colegios u otros que llegan tarde a trabajar”, argumenta.

Causas

Las causas de esta circunstancia, que ya ocurrió el año pasado, tiene dos aristas que confluyen en este caos de pasajeros. Por un lado, Rafael recuerda que “hace dos años se eliminaron varias líneas de Candelaria, como la 123, la 131, etc. y modificaron las de Güímar. La más importante, la 120, que sale de Güímar, va al Puertito, Teror, parada de Las Bichas, Las Caletillas y ya va directa a Santa Cruz”.

Por otro, “los problemas estos empezaron con el bono gratis (bonificados), que son usuarios que se han sumado cuando antes no cogían una guagua nunca. ¡Que me parece perfecto! Pero si pones una cosa, pon medios”, reflexiona en un mensaje directo al Cabildo de Tenerife y a Ayuntamiento de Candelaria.

Esperas de hasta 50 minutos

Esta sinergia de casuísticas está provocando que hasta haya veces usuarios tengan que esperar hasta dos guaguas. “Pusieron una que sale a las 7, pero se llena igualmente, como las de las 7:25. Depende de si pasa la 121, que viene por Güímar y trae más gente”.

De esta manera, los vecinos que se mueven en Titsa pueden esperar hasta 50 minutos “o caminar desde arriba hasta Teror y coger la 122, pero hace todas las paradas de la autopista y puedes llegar súper tarde a Santa Cruz”.

Con todo, Rafael reconoce que para no quedarse en tierra –junto a su hija- no van a Teror, sino que caminan 20 minutos hasta una o dos paradas antes.

Inseguridad vial

Asimismo, apunta que no solo ocurre a primera hora de la mañana, sino también a la hora de regresar a casa. “Al volver al mediodía, sobre las 14:15, ocurre lo mismo. Van completas desde el intercambiador y a veces no cabe la gente”.

Otra de las consecuencias directas del máximo aforo completado en las guaguas es la pérdida de seguridad de los pasajeros. “Por ahora, no ha pasado nada, pero como un día metan un frenazo…”, analiza Rafael. “Los que vamos en el medio, como vamos apoyados entre nosotros, igual no pasa nada, pero los que vayan delante…”, añade dejando poco más a entender.

Imagen de una de las guaguas a primera hora de la mañana en 2022. / Cedida

Tarde al trabajo

Raquel es otra de las usuarias de esta ruta hacia la capital que en más de una ocasión ya le ha tocado esperar a la siguiente guagua, lo que le está afectando a la hora de asistir con puntualidad a su trabajo. “Yo entro a las 8:00 a trabajar y estoy llegando después de mi hora. Mi jefe lo entiende, pero corro el riesgo que en un momento determinado me diga que se acabó y que tenga que venir antes, pero si intento coger la anterior también me deja tirada. ¿Qué hago? Cojo la de las 6 de la mañana y me quedo tirada una hora y pico por Santa Cruz”, expone a Atlántico Hoy, antes d confirmar que también se está desplazando ahora a la parada antes de Teror para poder subirse a la guagua.

Explica Raquel que tras la supresión hace dos años de las líneas que discurrían por Araya, Igueste y la carretera general, la alternativa de los taxis compartidos para llegar a casa que ha puesto el municipio “tiene unos horarios horribles”. En su caso particular, especifica que no le beneficia ninguno porque tiene que caminar otros 20 minutos por donde pasa y que los taxis compartidos son de seis plazas. “Si el taxi viene lleno, no nos coge. Posibilidades cero”, se resigna.

Asimismo, señala que el taxi compartido que sube a Araya “sube cada cuatro horas y, si no te interesa, tienes que pagarte un taxi”.  

Ayudas a los usuarios de siempre

Por todo, Raquel, que lleva 18 años cogiendo la guagua indica que a los usuarios habituales de las guaguas no se les ayuda y se están viendo afectados y quedándose en la parada, mientras que cuando vuelva a ser el bono de pago probablemente los que usan el bono gratuito no vuelvan a cogerla. “Que ayuden a los que llevamos muchos años cogiendo la guagua porque de repente te ves en una tesitura de qué hacer”, pide.

“El municipio esta nefasto para el transporte público. Estamos totalmente abandonados los que vivimos de la autopista hacia arriba”, sentencia Raquel para acabar, antes de lanzar un último mensaje. “Y ahora porque el tiempo ayuda, pero cuando llueva son 20 minutos caminando con ese tiempo… Cuando llegas a la parada estas encharcado”.