El pueblo de Los Abrigos, en Granadilla de Abona, lleva sufriendo más de un lustro graves problemas con la calidad del agua en las viviendas. Su tonalidad marrón, a veces más claras y otras tirando a negra, está influyendo en la vida diaria de sus habitantes que, desesperados, esperan dar un paso adelante en la reunión de esta tarde de jueves prevista con el Consistorio.
“Yo pienso que tiene que haber un problema muy grave de tuberías, porque no lo han solucionado nunca”, expresa a Atlántico Hoy Alexis Tardella, tesorero de la Asociación de Vecinos de Los Abrigos y responsable de la página de Facebook Defendiendo Los Abrigos. “Hay cortes sin avisar, el agua llega sucia, con tierra, con cambios de presión que, de repente, rompe el calentador. A mí me rompió el filtro de ósmosis también”, agregó.
Un problema de varios años
Tardella recuerda que en el año 2018 promovieron una recogida de firmas, en la que se logró 500. “Las presentamos en el ayuntamiento y al final nunca se llega nada”, se resigna.
Tal es el despropósito desde su punto de vista que, resalta, “el otro día Televisión Canaria llamó al ayuntamiento antes de venir a hacer un reportaje y le dijeron que el agua era potable”.
Hipótesis
Sobre las causas del problema existe debate entre los propios vecinos. “Hay gente que se pronuncia y dice que es un problema de los edificios, que hay tuberías viejas, pero es muy insólito que tengan problemas los edificios de todo el pueblo”, señala Alexis. "Yo pienso que es un problema muy gordo de que la tubería está muy obsoleta en algunos sitios, que la obra será contundente y nadie quiere hacerle frente”, valora el vecino de Los Abrigos. “Hablamos de que a estas alturas el problema afectó a tres gobiernos. Todos los que han pasado han mirado para otro lado”, profundiza.
Tantos años con esta calidad del agua tiene sus consecuencias en la salud. Lo más próximo en el tiempo, la de señora que recientemente fue al médico con un problema en la piel que se lo adjudica al agua. “El agua es marrón chocolate y lo peor es que no sabemos ni siquiera qué es lo que tiene. Nadie cocina yo creo. Ni hervir papas, ni nada, es imposible”, reflexiona.
Por ello, los vecinos se han visto abocados a comprar agua embotellada, lo que también repercute en sus bolsillos. “El domingo pasado me fui para la ducha después de hacer deporte durante tres horas y no me duché”, contextualiza el vecino. “Dejé “correr el agua más de una hora y no se terminaba de aclarar. Sale amarilla, cambia un poquito de color, se pone un poquito más clara, pero que va. Estamos hablando de una locura para un servicio tan elemental”, esgrime.
Reunión con el ayuntamiento
En este contexto, en la tarde de este jueves, el Ayuntamiento de Granadilla de Abona se personará en Los Abrigos para una reunión informativa impulsada por el Consistorio en el colegio del pueblo, aunque Alexis reconoce que no tiene muchas expectativas de dar pasos para adelante.
“Espero que sea algo de fondo, que haya una solución de fondo, que vengan con papeles en la mano para decir que van hacer una obra, que conocen el problema, pero yo no lo creo porque todos estos años no han dado ninguna solución. Ojalá me equivoque”.
En este sentido, espeta que “al final son todos cuentos chinos” y que “no puede ser que un problema persista durante cinco o seis años y que no le hagan frente. Entiendo que una temporadita de dos tres meses puedas jugar con un servicio tan elemental, que haya cortes sin avisar porque estás trabajando, pero cuando ya pasó cinco años es que alguien está mirando para otro lado”, sentencia.