El Jurado ha declarado este jueves culpable de asesinato y quebrantamiento de condena al hombre que confesó ante la sala que lo juzgaba en la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife que mató a su expareja en Santa Úrsula en julio de 2020 y luego escondió su cadáver en una fosa séptica.
Por unanimidad, el tribunal ha encontrado culpable a José Miguel Q.T. de esos dos cargos, aunque también le ha reconocido el beneficio de la atenuante de confesión.
Se le piden 18 años y medio de cárcel
En base a este veredicto, el fiscal, la acusación ejercida por la hija de la víctima, el letrado del Instituto Canario de Igualdad y la propia defensa han solicitado que se le condene a 18 años y medio de cárcel y al pago de una indemnización de 250.000 euros.
En la apertura del juicio, el profesado admitió que mató a su excompañera practicándole una llave 'mataleón' y que luego llamó a varios familiares y amigos para deshacerse del cuerpo.
Cocaína y dinero a cambio de limpiar la escena
Ha detallado que a estos les mostró el cadáver y que ninguno le ayudó, salvo uno al que, según el relato de los hechos de la acusación particular, ejercida por la hija de la víctima, que por entonces tenía 18 años, convenció ofreciéndole cocaína y dinero para que contribuyera a limpiar la escena del crimen.
José Miguel Q.T. detalló que la víctima había ido a verlo a su casa de noche, para evitar la vigilancia de la Guardia Civil pues tenía en vigor una orden de alejamiento tras ser condenado por agredirla.
Ambos estuvieron consumiendo "cocaína, trankimazines y mucha cerveza", y en un momento dado discutieron y él, que hace "más o menos" artes marciales, le hizo una maniobra de inmovilización por la espalda, presionándole el cuello, sabedor de que ella no podía defenderse y de que la podía asfixiar, como así sucedió.