“¿Qué pasa en el Puerto?”-, se preguntan los curiosos que, de vacaciones o no, han querido mantenerse atentos a la actualidad política tinerfeña.
El gobierno municipal regido por Marco González (PSOE) se enfrenta el próximo viernes 16 a una moción de censura orquestada por el Partido Popular (PP) con el apoyo de Coalición Canaria (CC) y, fruto del “hartazgo” -como deslizan desde la formación-, de la Asamblea Ciudadana Portuense (ACP), actor clave para que la censura prospere dada su condición de socio del Partido Socialista.
Como la novela de García Márquez, tantas veces citada en situaciones similares, era la crónica de una muerte anunciada, anuncio que podría retrotraerse a la pasada legislatura, la primera del actual alcalde socialista, recuperando una plaza considerada hasta el nacionalista Marcos Brito un inexpugnable feudo socialista.
El desencadenante
El hecho que ha llevado a aflorar todas las inquinas soterradas en el Puerto ha sido el cierre de Playa Jardín, la parte de costa más señera de la ciudad, por la contaminación del agua con la bacteria Escherichia coli.
Una clausura que haberse realizado hace tiempo. De hecho, como informó este medio, el ayuntamiento cerró Playa Jardín 13 días después de recibir el informe de la calidad del agua, si bien las denuncias sobre su deficiente estado se remontan a más de un año.
Para los partidos de la oposición, la gestión de esta problemática es solo la punta del iceberg del modelo de hacer política del actual alcalde, más dado a los focos que a solucionar los problemas de los portuenses.
Ya en enero de 2022 CC de Puerto de la Cruz denunciaba que la partida de Cultura doblaba la de Servicios Sociales y era 16 veces superior a la de Políticas de Empleo. La actual directora general de Protección a la Infancia y entonces portavoz nacionalista, Sandra Rodríguez, apuntaba que la única partida ejecutada al completo el año anterior fue la de Cultura, y de la de Servicios Sociales, solamente el 60% "que encima sólo representaba el 6,3% del total”.
“Va de estrella”
Las diversas fuentes consultadas coinciden en señalar el gusto por el faranduleo del actual alcalde. “A los alcaldes, desde siempre, les gusta estar con cantantes y actores, pero a Marco se le nota mucho”, cuenta un profundo conocedor de la vida política del Puerto. “Sin ir más lejos hace unos días con la actriz italiana -Isabella Rossellini-. No podía estar más encantado”.
“Él va de estrella que se rodea con estrellas. Es su forma de ser”, afirma otra fuente del entorno de la oposición. “Solo hay que ver lo que dijo el otro día. Que él puede vivir sin el Puerto pero que no sabe si el Puerto podrá vivir sin él. Roza la megalomanía”.
El problema según ellos es que ese gusto por las actividades culturales le ha llevado a desatender los servicios más básicos del municipio y a dirigir el ayuntamiento “como si fuera su casa”, haciendo un uso abusivo de figuras como las modificaciones de crédito extraordinarias. Una fuente sentencia: "Había que acabar con él antes de que acabase él con el Puerto".
Incluso sus partidarios reconocen su gusto por el espectáculo, aunque lo ven como un atractivo y no como un defecto. “Vale que puede que le guste mucho el estar con el artisteo, pero no es menos cierto que desde que está él el ocio en el Puerto ha ganado mucho. Ahora somos un referente que hacía tiempo que no éramos y eso atrae negocio y prosperidad”.
Sin respeto a los pactos
Esta querencia por primar la cultura sobre otras áreas es uno de los motivos que esgrime ACP para justificar su ruptura y asociarse con CC y PP, en la antípodas ideológicas, para desbancar al PSOE.
Su portavoz David Hernández aseguró en la rueda de prensa que anunció la censura que “desde 2019 no se han desarrollado políticas de izquierdas por parte del PSOE” y no ha respetado los pactos firmados en 2019 y 2023.
Hernández considera que hay que reconducir el Ayuntamiento. "No podemos seguir con concesiones caducadas o contratos en precario que encarecen los servicios y los hacen inadecuados”.
"El gobierno actual no tiene ningún modelo de ciudad, ni de derechas ni de izquierdas. Hay unas políticas no programadas, aleatorias, que se basan en la cantidad y no en la calidad”, argumentó.
La oportunidad de PP y CC
Conscientes de la mala relación entre las formaciones de gobierno, acentuadas por la mala relación personal entre Hernández y González, PP y CC aguardaban a su oportunidad para tomar las riendas del consistorio, seguros de que era cuestión de tiempo y negociación de un pacto a priori anti natura.
Siguiéndolo todo muy de cerca ha estado el vicepresidente del Cabildo de Tenerife y ex alcalde portuense Lope Afonso, a la postre hermano de quien ha de heredar la vara de mando municipal si prospera la moción.
Debe estar acordándose Marco González de aquellos 22 votos encontrados por "alguien de la casa" poco después de las últimas elecciones, dentro de una caja con documentación electoral en el despacho del secretario del ayuntamiento. El PSOE se quedó a 11 votos de la mayoría absoluta en aquellos comicios pero tras conocerse la noticia se desvaneció en el viento.
El desalojo del PSOE de un municipio de los importantes por proyección mediática funciona también como argamasa entre CC y PP, que exhiben unidad en el terreno municipal después de la maniobra de La Laguna que unió a los nacionalistas con el socialista Luis Yeray Gutiérrez, de quien se dice que, junto a otras figuras relevantes del partido, ha intentado mediar para reconducir la situación en el norte.
Sin unidad
No es oro todo lo que reluce, pues hay militantes de CC que no están de acuerdo con el pacto con una formación (ACP) que se encuentra a la izquierda ideológica de PSOE en vez de dejar a González en minoría y hacerle sudar tinta el resto de la legislatura.
Este viernes debía reunirse la asamblea local del partido, pero el presidente de la gestora de CC en el Puerto de la Cruz, Alonso Acevedo, envió un mensaje a los afiliados dos días antes para suspender la reunión “hasta nuevo aviso”, por lo que los militantes no podrán votar favorable o desfavorablemente por el acuerdo alcanzado con PP y ACP.
Con todo, a menos de una semana para que se celebre el pleno que terminará con el mandato de Marco González al frente del municipio, no parece que las piezas vayan a moverse a última hora. Según publica Canarias Ahora, los militantes tienen claro que nadie recurrirá en la justicia porque no quieren “destrozar más el partido” en la ciudad. Mucho menos ahora que volverán a tener labores de gobierno.