Prácticamente dos semanas tienen las empresas públicas Titsa y Metropolitano de Tenerife para evitar un posible caos en el carnaval de la calle de Santa Cruz de Tenerife. Los sindicatos presentes en ambas instituciones han aprovechado la alta movilidad en transporte público que se da en estas fechas para convocar sendas huelgas y presionar de esta manera a las empresas para que se sienten a negociar sus condiciones laborales.
Los últimos en anunciarlo han sido los representantes de Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT en la empresa Metropolitano de Tenerife, quienes a través de un comunicado han anunciado este miércoles una huelga del 17 al 26 de febrero, justo los nueve días en los que la fiesta se celebra en la calle, si bien el paro continuará al menos hasta mayo en caso de no llegar a un acuerdo, según ha informado el sindicato UGT en un comunicado.
Demandas de los trabajadores de Metropolitano
Los trabajadores denuncian el "incumplimiento reiterado" del actual convenio, así como "la negativa a escuchar las peticiones realizadas por los representantes sindicales en la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo constituido el 5 de octubre de 2022". Asimismo, el sindicato se muestra crítico al denunciar "la promoción a dedo de miembros de la plantilla" e incluso que "existen pagos de complementos personales a trabajadores/as, así como la estabilización de personal, ambas gestiones fuera del marco laboral pactado".
A su vez, reclaman que desde la empresa se incumple de manera reiterada las medidas de prevención de riesgos laborales, incluso aseguran que "no se han tomado las medidas oportunas en esta materia tras el último accidente registrado".
Demandas de los trabajadores de Titsa
Hace tres semanas fueron los trabajadores de Titsa quienes anunciaron una huelga indefinida a partir del 17 de febrero. En este caso se circunscribe a las líneas urbanas, sector que sufre los nuevos cambios horarios que han generado la discordia.
A petición del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife este servicio ha comenzado a operar hasta las 2:00 horas. Pero, según los sindicatos, la empresa ha roto de manera unilateral el acuerdo firmado que gestionaba el nuevo horario y que entró en vigor en enero. Por ello, los trabajadores de USO, MSK, FeSMC-UGT Y Comisiones Obreras anunciaron el pasado 19 de enero una huelga indefinida si no se negocian de nuevo los horarios.
La intención de los trabajadores del servicio urbano de Titsa es negociar antes de llegar a la huelga, por eso, tal y como expresaron a Atlántico Hoy, han ofrecido casi un mes para alcanzar un acuerdo. Pero por el momento no ha habido mucho acercamiento. Los sindicatos informaron el pasado 31 de enero que tras reunirse con la gerencia de Titsa no llegaron a un acuerdo y que, por ahora, se mantiene la huelga. Desde la empresa pública y del Área de Movilidad del Cabildo de Tenerife mantienen su silencio al respecto.
Una fecha clave
Estos anuncios llegan en una fecha clave. Para el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife el transporte público es fundamental. A lo largo de toda la semana en la que tiene lugar la fiesta en la calle es normal encontrar el servicio de guaguas y de tranvía abarrotado de usuarios disfrazados. Muchas guaguas se llenan tanto que son incapaces de recoger a más personas y el tranvía, que une las dos grandes ciudades de la isla, sufre el mismo dilema aunque opere con la doble de capacidad.
Los datos del inusual carnaval de 2022, que se celebró en verano, dan un ligero acercamiento del movimiento que se produce en Carnavales. A través de sus guaguas, Titsa transportó a 250.812 personas durante la celebración del Carnaval 2022, si bien hay que destacar que estos datos recogen también los movimientos de guaguas interurbanas. Pese a ello, el comunicado del Cabildo de Tenerife que ofrecía estos datos también destacaba que todos los viajes, tanto interurbanos como metropolitanos, habían aumentado su uso. Por su parte, durante la celebración del Carnaval en verano el tranvía transportó en un fin de semana a unos 77.000 usuarios, una cifra que se será mayor al aumentar el número de días de fiesta en la calle.
Ambos sindicatos aseguran, según han explicado en los comunicados de anuncios de la huelga, que su intención es negociar antes de ir al paro del servicio. Aunque aparentemente estas negociaciones no están dando los frutos que quieren los trabajadores, ni los gerentes de las empresas públicas.