Con la llegada de los carnavales y el jolgorio que ello conlleva, llega también esa otra parte que todos conocen y que son los problemas de limpieza. Más allá de la suciedad que dejan en las calles los carnavaleros tras horas de fiestas, otra de los principales problemas son las micciones que muchos realizan en las fachadas de los edificios.
Una situación que acaba condicionando las carteras de los propios propietarios de las viviendas de los inmuebles, como asegura el presidente de CAF Tenerife, Luis García, a Atlántico Hoy. “Tenemos que tener en cuenta que, si alguien entra al edificio o hace sus necesidades en las paredes del edificio, está provocando un daño que la comunidad luego va tener que asumir”.
Prevención con 325 urinarios químicos
Todo ello, en previsión de que un año más ocurra esta desagradable característica negativa de las grandes fiestas multitudinarias en zonas urbanas y que ya el propio Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha intentado, de forma preventiva, poner freno con el anuncio de la instalación de 325 urinarios repartidos por varias zonas del centro de la ciudad.
Estos urinarios contarán con frecuencias de limpieza necesarias para evitar el uso de la calle, que, como ya habían transmitido desde el consistorio, será penalizado con multas de 750 euros.
“Es importante que el ayuntamiento ponga infraestructura para que a la hora de ir a orinar tengamos sitios para poder hacerlo con seguridad e higiene, porque estaríamos en el mismo punto de antes si no”, valora Luis García.
Refuerzo en las fachadas
Además de los urinarios, las comunidades de propietarios de la zona centro han tenido que reforzar las fachadas en años anteriores y gastar un dinero para evitar situaciones desagradables. “Se intenta que haya una colaboración y entendamos que el parque mobiliario hay que respetarlo”, comparte García. “Respetar a las personas que no les gusta el Carnaval y que lo respetan, aun viviendo donde viven, pero invadir esa propiedad privada no se debe hacer. Lo principal es que nos lo pasemos bien sin hacer daño al resto o como siempre comento ‘mi libertad termina donde empieza la tuya’”, agrega.
Asimismo, el presidente del CAF Tenerife apunta que el objetivo es “pedir la colaboración de todos para que haya mayor civismo con respecto al día a día en la calle, divirtiéndonos” y resalta que él mismo es muy carnavalero y cree “muy oportuno e importante” seguir en la línea que siempre ha seguido el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, “que es el del civismo y del respeto, sobre todo ahora, que es más internacional que nunca. Que nuestros amigos que vienen de fuera vean que es un Carnaval donde no todo vale y hay que ser principalmente cívico”.