El cheirolophus metlesicsii, comúnmente llamado cabezón de Añavingo, una especie endémica del barranco del mismo nombre y en peligro de extinción, ha sobrevivido al incendio. O, por lo menos, algunos de sus ejemplares, ya que el grueso de la población de esta planta se ha calcinado.
Juan Antonio Curbelo, técnico de medioambiental del Ayuntamiento de Arafo, ha explicado a Atlántico Hoy que este martes un equipo ha podido subir a la zona del barranco de Añavingo por primera vez desde que se inició el incendio y ha podido avistar algunos ejemplares en grupos reducidos de "tres o cuatro".
Aún así, la supervivencia de la especie queda muy comprometida al haber perdido la mayor parte de su población en el incendio, ya que las llamas arrasaron con la zona donde había más individuos.
Se temia que desapareciese
Hace una semana, el biólogo Víctor de León, integrante del Proyecto Fénix para la divulgación y promoción de proyectos de I+D+i para la mejora de la gestión forestal y medioambiental en Canarias, explicó a Atlántico Hoy que el cabezón de Añavingo es una "especie única" de la zona donde se originó el fuego, por lo que se temía que desapareciese por completo en su estado salvaje.
La especificación de "salvaje" es importante porque, según explica Juan Antonio Curbelo a este medio, existe un programa de apadrinamiento de ejemplares de esta especie en barrancos cercanos, por el cual vecinos se encargan de mantenerlos para una futura reintroducción en su zona natural.