En línea con las grandes capitales y otras centros ubranos importantes del país, Canarias experimenta desde hace años un incremento de precios de la vivienda agravado por las limitaciones de terreno propias de la insularidad. Por este motivo el acceso a una casa se sitúa como la principal preocupación de los canarios, toda vez que los salarios no crecen al ritmo que marca el mercado inmobiliario.
Pero la concentración de población en los principales núcleos de la isla causa, asimismo, un proceso de abandono de otras zonas del archipiélago, una suerte de Canarias vaciada. Como las zonas tensionadas se localizan principalmente en el litoral, la población en los municipios de tradición rural se ha estancado a pesar del progresivo incremento poblacional de Canarias en las últimas décadas.
Por eso en las zonas de las islas donde la demanda de vivienda es baja aún pueden encontrarse alquileres asequibles, siempre y cuando estemos dispuestos a vivir lejos de los principales núcleos poblacionales. Este es el caso en algunos municipios de la zona norte de Tenerife, sobre todo aquellos más alejados de la capital, como Los Silos, El Tanque, que registran los precios más bajos por metro cuadrado de la isla, o Garachico.
Precisamente en este último municipio se localiza probablemente uno de los alquileres más económicos de Canarias. Esta casa de campo se ubica en la zona alta del municipio, concretamente en San Juan del Reparo, y dispone de 35 m2 con un dormitorio, cocina y baño por 400 euros al mes, un precio impensable en cualquier otro lugar del archipiélago, sobre todo en las capitales y principales zonas turísticas.
Villa y Puerto
Fundada en el siglo XVI por el banquero genovés Cristóbal de Ponce, la Villa y Puerto de Garachico creció hasta llegar a ser considerada capital comercial de Tenerife gracias al floreciente negocio del la caña de azúcar. Durante los dos primeros siglos tras la conquista de Tenerife fue capital comercial de la isla gracias a la exportación de este cultivo, hasta que la erupción del Volcán Trevejos o de las Arenas Negras en 1706 sepultó la hasta entonces próspera villa.
Localizado en la comarca de Isla Baja, este municipio tinerfeño cuenta con una población de menos de 5.000 habitantes y ocupa una superficie de 29,28 km2, con más de la mitad de su territorio cubierto por pino canario y un paisaje volcánico que es testimonio de su historia.
Además presume de un rico y muy bien conservado patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII, como el Monasterio de la Inmaculada Concepción, que no fue afectado por la erupción, así como otros monumentos declarados Bienes de Interés Cultural como el Convento Franciscano Nuestra Señora de Los Ángeles o el Castillo de San Miguel, además de todo el Conjunto Histórico de la Villa y Puerto, categoría concedido en 1916 por Alfonso XIII.
La reconversión al plátano
En la zona de costa de este municipio se encuentran fincas extensas dedicadas al cultivo del plátano donde en los inicios de la historia de la villa se ubicaban los cultivos de caña de azúcar. Por otra parte, en la zona de medianías del municipio encontramos una agricultura de autoconsumo con pequeñas propiedades.
Asismismo cuenta con un puerto deportivo de reciente construcción junto al casco histórico, que convive con playas de callaos y arena negra y pequeños acantilados. Por último destacan las piscinas naturales de El Caletón, una de las zonas de baño más populares en las que podemos darnos un baño con vistas al roque al que la tradición oral atribuye el nombre de Garachico, formado a partir de la raíz guanche 'igara' (isla) y el calificativo 'chico'.