El sector de las autocaravanas en Tenerife ha mostrado su disgusto por la manera en que el resto de ciudadanos perciben su forma de vida y su actividad y piden a los políticos que ayuden a cambiar ese estigma injusto que parte de la sociedad perciben sobre ellos.
Así lo ha reflejado el presidente de la Asociación de Caravanistas de Tenerife (ACAT Tenerife), Juan Martín. “Parte de la sociedad nos mira muy mal solo por ser autocaravanistas. Que llegamos a cualquier lado y empezamos a tirar la basura, vaciar las aguas en cualquier lugar, acampar en la vía pública cuando está prohibido…”
Ser y demostrar
Así, el presidente de ACAT relata que no solo tienen que ser personas normales, “sino demostrarlo”. Esto “irrita a la gente” y dentro del colectivo no lo entienden. “¿Por qué me tratan diferente si yo pago también mis impuestos y el rodaje y estoy cumpliendo la normativa vigente? Y me vienen a insultar, a echarnos fuera… eso no puede ser”, clama Juan Martín. “Sienta muy mal. Estas con tu familia, con tus hijos, y te digan lo que sea amparándose en la libertad de expresión... Nosotros no somos así y además tenemos que demostrarlo”, insistió.
Además, confiesa que llega un momento “que te cansas” y hay socios que han vendido su autocaravana “por no aguantar la presión”. Explica Juan que “te ven aparcado, a lo mejor, en un lugar que buscas la tranquilidad para dormir con tu familia y te parece el típico de turno haciendo trompos a las tres de la mañana, tocándote la pita, botellones y ahí no pasa nada. Ahora, hay una autocaravana y ya tenemos un problema. Nos enfada mucho”.
Petición de ayuda a los políticos
Para tratar de quitarse esos prejuicios, ACAT, aún con la pandemia, ha podido realizar trabajo telemático y entrevistas telefónicas con instituciones para luchar por sus derechos, “que es que nos dejen de molestar por estacionar y pernoctar”. Su lucha permanente es la “búsqueda de la infraestructura necesaria para nuestros vehículos, para poder vaciar y llenar, lo que llamamos puntos ecológicos”, apunta Juan Martín.
Resalta también que, en este momento tan crítico en lo económico, están siendo una solución para el pequeño y mediano comercio, enriqueciendo a gente que no tenía nada. “Por ejemplo, llegamos con 50 autocaravanas y podemos dejar en un fin de semana hasta dos mil euros que no tenían antes. Eso hay que inculcarlo en la clase política. Nos han encorsetado el Sambenito de que somos sucios, escandalosos, mala gente… “
Ayuntamientos que ponen obstáculos
Por otro lado, también hay críticas directas a algunos ayuntamientos, pues estacionamiento y pernoctación en cualquier lugar de la vía publica “lo ampara la Ley y está en la Constitución”. Eso no se puede cambiar, “aunque hay ayuntamientos que lo siguen intentando con señaléticas y demás indicaciones. Y eso llega al resto de la sociedad y nos etiquetan de ruines. Eso no puede ser”, espeta. “Usted me puede denunciar si estoy acampando en la vía pública y saco de mi vehículo sillas y mesas. Eso está prohibido y lo sabemos y está en nuestros estatutos”, añade para que se entienda la diferencia.
Por ello, el representante de ACAT cree que debería mejorarse la información que se le da al ciudadano y tener una regulación justa a nivel regional específicamente para las autocaravanas “que somos los que podemos solucionar el problema, ahora, al pequeño y mediano comercio. Estamos trabajando con el Gobierno de Canarias con ello”.
“Para que la gente entienda que esto es imparable, es un turismo alternativo y perfectamente compatible con el convencional, aunque no somos turismo como tal”, contextualiza antes de esgrimir que no son turistas “sino viajeros itinerantes, que si queremos entrar en un camping entramos y si no, no. Nadie nos obliga. En estos aspectos quieren meter estas historias a través de turismo y nosotros nos negamos a eso porque, si no, sí que nos abocan a un camping. Nosotros tenemos que ir a través de Seguridad Ciudadana”, comenta.
El presidente de ACAT recuerda que los autocaravanistas no son “una raza especial ni de una pasta diferente”, simplemente enfocan su forma de vida y tiempo libre de una forma diferente. “Vamos con nuestra burbuja, que nos ha ayudado en la pandemia, a cuestas. No somos trasmisores de ninguna pandemia. Llegamos, aparcamos, nos quedamos en nuestro núcleo y salimos desde la responsabilidad de cada uno de nosotros y actuamos”, sentencia