En el contexto actual de los colapsos en Tenerife en la última Semana Santa, en la costa del municipio de Arico, particularmente en Abades y la Punta, se vivieron momentos tensos, en el que autocaravanistas, falsos autocaravanistas y vecinos de las localidades compartieron espacio y donde mientras unos cumplían con la ley, otros lo hacían menos, provocando el malestar en los residentes y haciendo estallar un conflicto.
Con el paso de las semanas, profesionales del sector, así como el propio Ayuntamiento de Arico han querido acercar posturas para mitigar una situación que no hace bien a nadie. Y más a los que respetan las normas.
En este sentido, la asociación ACAT Tenerife, comandada por su presidente Juan Martín, se reunió con la alcaldesa de Arico, Olivia Delgado y el primer teniente de alcalde, Andrés Martínez, para tratar el tema y mirar en medidas efectivas.
Soluciones y alternativas
“Buscamos soluciones y alternativas a nuestras propuestas y a las de ellos que, aunque sean políticos, no tienen por qué saber de algo tan complejo como el autocaravanismo, que hay que sentirlo”, expresa a Atlántico Hoy el representante de ACAT.
En este contexto, Martín señala que lo ocurrido en Semana Santa tiene que ver “con intereses o por réditos políticos”, ya que recuerda que se dijo la invasión de las autocaravanas, cuando “de todo el mundo es sabido que estos lugares son muy concurridos toda la vida. Abades es precioso y por lo tanto va mucha gente”, explica.
Informe de la policía
Asimismo, Martín recuerda que tras las quejas se emitió un informe del jefe de la Policía Local de Arico donde se utilizaron drones como vigilancia. “Como tenía que hacerse y la conclusión del jefe de la Policía Local fue que, después de todo, no hubo que reseñar ninguna incidencia importante. Desmonta el montaje que algunos quisieron colocar”, espeta.
De esta manera, manda un mensaje claro. “En este mundillo hay de todo y, como no entienden bien el concepto diferenciador de autocaravana con caravana, furgón vivienda, meter un colchón, etc., que eso no es. Lo mezclan”, indica. “No es de recibo, ni apropiado, porque a este tipo de vehículos no le afectan los gálibos y se les permite sacar sillas, mesas y se les permite acampar día y noche. Hacen sus necesidades por ahí y dejan todo tirado”, agrega. “Y si ven una autocaravana cerca ya acusan a las autocaravanas y duele bastante porque no es real”, abunda en la argumentación
Niega la invasión
Por ello, el presidente de ACAT Tenerife niega “invasión ninguna” y comparte que “según la ley nacional el vehículo de autocaravana puede estar estacionado como cualquier otro vehículo, pero resulta que hay ayuntamientos que se extralimitan y tratan de expulsarnos con ordenanzas municipales o señales de tráfico supuestamente inventadas, que es el terror de nuestro colectivo”.
Explica Martín que “hay señales de prohibido acampar que son legales, pero es raro verlas en aparcamientos. Lo que no es de recibo es que solo prohíban estacionar a las autocaravanas o que te vengan a molestar a las dos de la mañana y que no puedo estar ahí. Esto esta sucediendo en muchos lugares”.
Problema en Abades
Con respecto a Abades, reconoce que el problema “no es fácil de resolver”, pero ve positivo haberse sentado a hablar con el ayuntamiento y ver que “hay voluntad política para buscar una solución”.
“Estamos para ayudar y asesorar desde nuestra experiencia. Planteé la propuesta de hacer algo juntos e iniciar una relación. Hacer una prueba con unas jornadas de convivencia. Es una pena que parte de la sociedad nos sigan considerando gente ruin, escandalosa y no es así”, expone.
Comprensión con los vecinos
Aun así, Juan Martín entiende que los vecinos “puedan estar soliviantados. En Abades o cualquier lado” y lo comprende explicando que “no es bien visto el hecho de estar en tu casa, en un bajo, y que enfrente te aparque una autocaravana. Automáticamente es una pared”.
De esta manera, el presidente de ACAT Tenerife apela al “sentido común” de los usuarios y conductores de autocaravanas y evitar zonas residenciales y buscar espacios alternativo. “No tiene que ser necesario en primera línea de mar. Hacerlo más fácil para la autoridades y los vecinos. Encontrar un consenso entre unos y otros”, resalta.
Poner freno
En este sentido, reflexiona que hay que “poner freno” a los que no tienen “dotación, ni equipamiento, ni homologación para aseo ducha o cocina, que son las pseudo autocaravanas” y que “van haciendo flaco favor al sector y al sitio a donde van”. Y lo ejemplifica con el jeep que montó una jaima en Las Teresitas, junto a dos autocaravanas aparcadas. “Espero que a este desalmado lo hayan multado. Esto no es la jungla. Tenemos que estar atentos e intentar evitarlo y avisar. Se arreglarían muchas cosas”, detalla.
Por último, recuerda los autocaravanistas “somos turistas” cuando bajan de los vehículos y que “el sector crece a doble dígito anualmente”, por lo que deja una pregunta en el aire. “Por qué no se contempla el autocaravanismo en los planes de movilidad y los desarrollos urbanísticos de cada localidad?”