Los vecinos del edificio El Drago de Arafo llevan años angustiados. La edificación contigua está abandonada desde la crisis del ladrillo y ha sido vandalizada. Consumo de alcohol y estupefacientes, venta de droga al menudeo en su interior, plagas de ratas debido a la basura acumulada durante años, gritos, peleas... Son algunas de las situaciones que se dan cada noche en el inmueble vacío.
Puerta con puerta, los inquilinos de El Drago temen que el vandalismo pueda pasarse a su edificio. Algunas de las terrazas de la edificación abandonada colindan con las suyas y saltar de un lado a otro resulta muy sencillo. Raúl (nombre ficticio), uno de los vecinos, explica a Atlántico Hoy que a algunos les han robado cosas que habían dejado en la terraza. Otros incluso han puesto cámaras y mantienen las puertas cerradas a cal y canto desde que se pone el sol.
Años pidiendo ayuda
"Ni el ayuntamiento ni la policía nos dan soluciones", lamenta Raúl, que lleva desde 2019 -aunque el problema es anterior- mandando escritos al consistorio pidiendo que se tapien las entradas al edificio abandonado. De manera colectiva, la comunidad también ha intentado buscar una solución con el ayuntamiento, escribiendo a través del administrador de fincas.
Las llamadas a la Policía Local y a la Guardia Civil tampoco funcionan, porque cuando los agentes se acercan a la zona, los vándalos salen corriendo.
Propiedad de un fondo buitre
El problema con el que se topan los vecinos de El Drago es que el edificio, aunque esté en estado de abandono, sigue siendo propiedad de alguien y, por tanto, las administraciones no pueden simplemente tapiarlo o desalojarlo mientras el propietario no denuncie. El ayuntamiento, en varios escritos, apunta a la constructora Jaco Ilca SL como propietaria del inmueble.
No obstante, la realidad es que Jaco Ilca SL ya no posee el edificio. Sí lo construyó, aunque con la crisis del ladrillo se vio forzada a dejarlo semiacabado. Según explica a Atlántico Hoy un antiguo administrador de la empresa, que se encuentra ya desaparecida, un fondo buitre compró entonces el edificio y, por lo menos hasta hace un año, seguía siendo de su propiedad.
Urbanismo se lo pasa a Alcaldía
En febrero de 2022, el ayuntamiento indicó a los vecinos que se había trasladado la queja al Área de Urbanismo para incoar el expediente de Actuaciones Urbanísticas correspondiente, pero desde entonces continúan sin respuesta. Atlántico Hoy ha consultado a Urbanismo de Arafo sobre el estado de la gestión y el área ha indicado que se trasladó a Alcaldía en su momento y desconoce su situación.
"Realmente nos sentimos indefensos e inseguros. Sin saber que hacer, ni a quién acudir, habiendo ya agotado todas las vías", lamenta Raúl.
