El convenio firmado entre el Cabildo de Tenerife y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para ejecutar cinco grandes sistemas de mejora del saneamiento y depuración ya ha adjudicado más de 153 de los 200 millones de euros con que cuenta, y que vendrán a solucionar el problema histórico de los vertidos de aguas residuales.
El presidente del cabildo, Pedro Martín, señala en un comunicado que desde 2020 se están ejecutando obras que se traducirán en la eliminación de los vertidos de aguas residuales al mar y al subsuelo y abre una nueva puerta a la depuración en la isla basada en la sostenibilidad y que aportará a la agricultura un nuevo recurso procedente del agua regenerada, como ya se está haciendo en Valle Guerra.
Un objetivo primordial
Pedro Martín reitera que “el tratamiento de aguas residuales en la isla se hallaba en estado crítico, algo que no se podía permitir de ninguna de las maneras y sobre lo que hemos puesto el foco durante estos cuatro años”, y la puesta en marcha del convenio “ha dado un empujón real a ese objetivo, porque Tenerife no puede permitirse seguir siendo penalizada por no tener una política de depuración acorde a los tiempos".
“Nos encontramos un panorama desolador hace cuatro años formado por obras sin proyecto, instalaciones obsoletas, rejillas de filtrado y tubos anticuados, y hemos puesto en marcha de una vez, no en un discurso sino en la realidad, con las palas y las construcciones una red que en pocos años dará un verdadero balón de oxígeno a la isla, que estaba sumida en una situación catastrófica en cuanto al tratamiento de las aguas se refiere”, indica Martín.
Un plan para regenerar aguas residuales
Por su parte, el consejero del Cabildo de Desarrollo Sostenible y Lucha Contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, remarca que “se van completando así las piezas de este importante y decisivo proyecto para conseguir que la isla de Tenerife tenga un sistema de depuración de aguas acorde con la población y las características actuales".
Al respecto, destaca el importante esfuerzo que desde el Consejo Insular de Aguas y desde el cabildo se está llevando a cabo para poner en marcha un “verdadero plan que atienda a la generación de aguas residuales, transformándolas y regenerándolas para su aprovechamiento agrario y sustrayendo de verter al mar aguas contaminadas”.
Sistema Arona-San Miguel
Entre los últimos avances del convenio con Acuaes destaca la puesta en marcha de las obras del sistema Arona-San Miguel, el proyecto más grande de los incluidos en este convenio.
“Se está trabajando ya en cuatro colectores e impulsiones que enviarán el caudal de aguas residuales de la comarca hasta la futura estación depuradora que se localizará en Arona”, apunta el consejero, “dos en el municipio de Arona y dos en el de San Miguel de Abona, y que costarán algo más de cuarenta millones de euros, y su finalización está prevista para mayo de 2024.
Aún no está en marcha
En cuanto a la depuradora de este sistema “las obras aún no se han puesto en marcha porque se está a la espera de los estudios arqueológicos necesarios para su comienzo”.
En esta nueva planta, que se iniciará en breve, “se invertirán más de 22 millones de euros, y una vez comiencen las obras está previsto finalicen en 30 meses”, afirma Rodríguez.
Por lo demás, el convenio con Acuaes contempla los sistemas de Acentejo, valle de La Orotava, Granadilla y Oeste, todos ellos con obras en ejecución.