Hay cosas que hay que ver para creer y esta es una de esas cosas que parecen salidas de la ficción pero que tristemente forman parte de la realidad. La escalada de precios en el sector inmobiliario, la llegada de nómadas digitales a Canarias con un salario muy superior al de los canarios y canarias, la masificación de la urbe, las viviendas vacacionales en zonas residenciales y un largo etcétera ha desencadenado en una oleada de ofertas de "pisos" —estudios de menos de 20 metros cuadrados, a veces sin ventanas al exterior, a veces en sótanos, otras sin un mínimo de habitabilidad— a precios desorbitados.
Los canarios y canarias que buscan casa están abocados a dos escenarios: o tienen dinero y se pueden permitir pagar una casa decente a un precio elevado, o los que se conformarán con vivir alejados de la civilización o en un "cómodo zulo a un paso de Las Canteras" que tenga lo justo y necesario como para que no quepa ni un mueble de almacenamiento más. Esta es la —triste— realidad del paraíso.
Un estudio minimalista
En el portal Idealista hay auténticas gangas. Es el caso de un bonito estudio acogedor —sinónimo de medir 15 metros cuadrados—, minimalista —no cabe nada más que lo que se ve en fotos— y céntrico, a un paso de la playa de Las Canteras.
Por 650 euros al mes, un canario puede alquilar el estudio de la calle Montevideo en una tercera planta —una azotea— sin ascensor pero con "entrada privada". Chollazo. La habitación cuenta además con una cama doble, "colchón y almohada de alta calidad, escritorio con cómoda silla gaming, armario abierto y almacenamiento adicional debajo de la cama, televisión con SmartTV, Fibra óptica de 1GB, cocina totalmente equipada y una lavadora". ¿Lo bueno? Incluye gastos de agua, luz e internet. ¿Lo malo? Tiene sus propias prohibiciones.
Y es que no todo iban a ser ventajas, este piso no permite fumar, ni tener mascotas ni lo más curioso "hacer fiestas". Habrá que pensarselo dos veces.